Escultura helenística

[8]​ Para el Occidente moderno, la escultura helenística fue importante con una fuerte influencia en la producción renacentista, barroca y neoclásica.

Al mismo tiempo, se formuló el concepto de kalokagathia, que afirmaba la identidad entre la virtud y belleza.

Al expresar estos conceptos en las formas plásticas, nació un nuevo canon formal, desarrollado por Policleto y el grupo de Fidias, que buscaba la creación de formas humanas al mismo tiempo naturalistas e ideales, a través de cuya belleza perfecta y equilibrada se pudiesen percibir las virtudes del espíritu.

Incluso los griegos que fundaron una serie de colonias en torno al Mediterráneo y Mar Negro y mantuvieron contactos con otros países, su referencia cultural permaneció siendo la metrópoli, cuya sociedad se basó en la experiencia de grupos específicos que vivían en las grandes ciudades.

[20]​[21]​ La filosofía del helenismo prosiguió el debate sobre estética que habían empezado Sócrates y Platón en años anteriores.

Sócrates antes que él había sugerido que el arte podía expresar el pathos personal, y Aristóteles, aprovechando este tema que se oponen a las líneas generales del pensamiento idealista platónico acerca de la estética, abordó la cuestión empírica, tratando de encontrar otros usos y significados para las creaciones de los artistas.

Con un deje de ironía, el historiador Jerome Pollitt comenta una obra atribuida a Praxíteles, el Apolo Sauróctono, en la que ve una imagen de la decadencia del estatus de un dios viril matando a un dragón, a un efebo afeminado que apenas puede protegerse de una lagartija común, fue un período en el que los viejos mitos estaban empezando a perder su aura divina y su poder real de inspiración, y empezaban a ser desacreditados en una sociedad fuertemente profana y urbana, con todo esto, se pudo volver la atención con más fuerza hacia el retrato del hombre, sus problemas y éxitos específicos y su universo interior.

Incluso hubo una terminología técnica propia, tomada de la retórica literaria para describir los elementos formales de la escultura helenística: aixesis (amplificación), makrologia (expansión), dilogia (diálogo), pallilogia (resumen), megaloprepeia (grandiosidad), deinosis (intensidad), ekplexis (choque), enargeia (energía), anthitesis (contraste) y pathos (drama emocional).

Los modelos tipológicos se repiten habitualmente no solo en los grandes centros como la Grecia continental, Pérgamo o Alejandría sino en toda la extensión del mundo helenístico desde Asia Menor hasta el norte de África pasando por el sur de Italia.

Allí se construyó la famosa Biblioteca, que incluía anexo uno de los primeros museos del mundo, y a su alrededor floreció un importante grupo de filósofos, escritores y científicos, que dieron una contribución muy relevante para la cultura helenística en su conjunto.

Después de la partición del imperio alejandrino se formó en el Oriente Medio y Oriente Próximo el imperio helenístico de los seléucidas, con varias ciudades nuevas fundadas por Alejandro y sus sucesores.

La disolución gradual de las antiguas instituciones persas en otras muchas ciudades antiguas adoptaron un modelo administrativo similar a la polis griega, en pocas décadas la elite persa se helenizó, y todo aspirante a una posición social destacada necesitaba conocer el idioma griego y ser versado en la cultura helénica.

Pero el impacto de la helenización, que alcanzó diversas formas culturales, no prevaleció entre la masa del pueblo y su lugar en la historia local, resultó fugaz.

A mediados del siglo III a. C. el imperio seléucida se fragmentó, dando lugar a la Dinastía arsácida que pronto comenzó a expandirse.Durante este período se inició un proceso de reversión de las antiguas tradiciones, cuyo efecto se extendió más allá de las fronteras y determinó una reacción anti-helenística también en la India, Siria, Arabia, Anatolia y otras regiones con la consiguiente disminución del interés local por la escultura.

Se conservaron en gran parte los cánones artísticos hindúes, pero en otros géneros menos cargados de simbolismo, las huellas occidentales en la estatuaria son más evidentes.

[62]​ Del mismo tiempo y aún más rico, es el templo de Atenea en Ilion, la antigua Troya.

Poseía sesenta y cuatro metopas, aunque no se sabe cuántas estaban esculpidas.

[67]​ Su calidad es más bien tosca, pero su interés radica en la diversidad de soluciones plásticas que evitan cualquier monotonía.

Existía un friso entero con cabezas de toros, que se perdió durante la Segunda Guerra Mundial.

En términos temáticos el friso de la gigantomaquia expone la gran derrota de los gigantes, que en este caso representaban a los galos, por los dioses; técnicamente se introdujo varias innovaciones, minimizándose la importancia de los fondos que se dejaron planos y lisos, las figuras son mayores que el tamaño natural y presentan una meticulosidad extrema en la descripción de los detalles, se representaron deidades menores, junto con los dioses olímpicos y los límites del friso se extrapolaron para colocar personajes separados del marco que se mantienen sobre los escalones de la entrada, subvirtiendo las convenciones tradicionales que regían las relaciones entre la arquitectura y la estatuaria.

Esta tradición nació ya en el periodo arcaico y continuó a lo largo de su historia.

También los colores se diversificaron, con tonos más claros, y eran relativamente pocos los conectados a contextos sagrados, mostrando esencialmente un uso profano de las figurillas.

En la transición hacia el siglo I a. C. los modelos antiguos habían perdido su vitalidad y la producción se convirtió en estándar, adquirió posiblemente un carácter de recuerdo turístico, ya que en ese momento Grecia no era más que una provincia romana, y como consecuencia de los saqueos romanos de las grandes ciudades, el material es escaso y se encuentra frecuentemente muy dañado.

Cuando se amplió esta tipología, también comenzó a reflejar en la iconografía elegida para la decoración, los cambios en las concepciones griegas sobre la vida de ultratumba, como en el modelo de los niños retratados como héroes victoriosos, para simbolizar la pureza y la inmortalidad.

Importantes hallazgos arqueológicos se realizaron en Arezzo, Perugia, Cortona, Volterra, Chiusi y Cerveteri, entre otras ciudades.

[86]​[87]​ De Oriente vino una marcada tendencia naturalista en escenas figurativas y el gusto por una decoración abstracta o que empleaba profusamente motivos vegetales y zoomorfos, algunos bien típicos como la hoja de palmera, el elefante o la caza del león.

[84]​ En el Egipto ptolemaico se desarrolló un estilo propio, donde el mayor interés escultórico estaba en la figura, estilizada del fallecido, tendido sobre la cubierta del sarcófago con la adaptación de la tradición faraónica para las clases sociales inferiores.

[90]​ La comprensión y justa apreciación de la escultura helenística se ve obstaculizada por varios factores.

Pero al parecer, con los años, la escultura helenística, junto con otras expresiones culturales de la época, se encamina a una completa rehabilitación.

Ya en 1896, Frank Bigelow Tarbell escribió, diciendo que el público en general demostró sentirse más cómodo con la inmediatez, espontaneidad, variedad y el atractivo emocional popular del estilo helenístico que con las creaciones «más graves y sublimes de la era de Fidias» (aunque deja claro que entre la crítica especializada las cosas son de otra manera),[92]​ Arnold Hauser, dijo en 1951 que el arte helenístico, por su hibridez internacionalista, tenía una relación directa con la modernidad,[93]​ y Brunilde Ridgway, en el 2000, declaró que la aceptación general se confirma, cuando las exposiciones de arte helenístico han atraído a «hordas de visitantes».

Detalle de la copia romana del Doriforo de Policleto , modelo de la belleza clásica.
Retrato de Alejandro como Hélios , siglo III -II a. C., el conseguir realzar el propio carácter del personaje fue una de las innovaciones principales en la escultura hel·lenística.
Copia del Apolo Sauróctono de Praxíteles, obra de transición al periodo helenístico. Museo del Louvre .
Tique de Antioquía de Eutíquides , circa 300 a. C.
La escultura helenística Toro Farnese representa el virtuosismo técnico en la talla de la piedra, el grupo fue esculpido en un solo bloque de mármol.
Afrodita agachada circa 250 a. C.(Museu del Louvre) copia del bronce de Doidalsas
Detalle del relieve de Gradiva , escultura neoàtica.
Retrato atribuido a Ptolomeo Apion , obra helenística del siglo I a. C.
Gálata moribundo una escultura de tipología helenística más conocida, desarrollada en Pérgamo.
Mitridates I y Hércules , dinastía Arsácida.
Buda de la escuela de Gandhara (siglo I ).
Relieve con bucráneos y rosetas proveniente de la Rotonda de Arsinoe (c.280 a. C.) del Santuario de los Grandes Dioses de Samotracia .
Friso de Heracles combatiendo contra las amazonas en el templo de Artemisa Leucopriene de Magnesia ( siglo II a. C.).
Terracota de Tanagra policromada, que representa a un joven sentado sobre una roca.
Figurilla de Eros perteneciente al taller de Mirina .
Sarcófago etrusco de terracota policromada c.150 a. C.
El llamado Sarcófago de Alejandro , según algunos autores destinado para el rey Abdalónimo de Sidón.
Detalle de la escena de la Batalla de Issos en un lateral del sarcófago.
Escena de la Batalla de Issos reconstruida con su posible policromía.
La anciana ebria conservada en la Gliptoteca de Múnich , muestra del realismo expresivo que se dio en muchas de las obras de esta época.