A partir del Renacimiento se empleó el taladro manual o trépano para eliminar la piedra hasta una cierta profundidad.
[16] La escultura fue evolucionando en su concepción y en las composiciones de sus grupos, hasta llegar a la serpentinata propia del manierismo, que se muestra claramente en obras como la Piedad florentina (Miguel Ángel) o el Rapto de las sabinas (Giambologna).
Se componían estructuras arquitectónicas como telón de fondo, igual que Giotto había hecho en sus pinturas protorrenacentistas.
Se realizaron en bronce, terracota policromada y mármol (Donatello, Verrocchio, Francesco Laurana).
Nicolás Pisano (firmaba sus obras con este apelativo), cuyo nombre era Nicolás de Puglia, llegó desde esta región del sur de Italia (llamada en español Apulia) a establecerse en Pisa (Toscana).
Lo hizo siguiendo las nuevas corrientes aprendidas en Apulia sobre todo haciendo hincapié en la forma clásica del Hércules desnudo.
A partir de este momento ya no se detectará ningún atisbo ni lastre medieval.
Ghiberti, Donatello y Jacopo della Quercia como los mejores, seguidos por los della Robbia, Verrocchio, Antonio Pollaiuolo y Agostino di Duccio, formaron el grupo de grandes escultores de la escuela florentina del Quattrocento.
El Baptisterio ya tenía dos puertas labradas por Andrea Pisano en 1330, y en 1401 se convocó un concurso para las otras dos restantes.
El segundo gran escultor de este periodo fue Donatello, diez años más joven que Ghiberti.
Su mayor interés fue la figura humana en las distintas edades, abarcando toda clase de tipos, gestos variados y expresando en su obra los estados espirituales más heterogéneos.
El último del grupo fue Giovanni della Robbia, que no sólo era escultor, sino también decorador y, en ocasiones, alfarero.
Su obra maestra en este estilo es Hércules y Anteo, guardada en el Museo de Bargello.
En los primeros treinta años de su vida conservó su cincel algunas tradiciones del siglo XV produciendo obras moderadas y bellas aunque vigorosas.
El término manierismo se refiere a un estilo de características propias dentro del Renacimiento.
[31] La característica que mejor lo define es la constante búsqueda de lo no convencional junto con la destrucción de un equilibrio lógico aplicando líneas o posturas deformantes, algo que a primera vista puede ser desconcertante para el espectador.
Hacia 1460 se estableció en Provenza el escultor Francesco Laurana, al que se considera el introductor del Renacimiento en Francia, que trabajó sobre todo en la parte sur del país.
[36] Uno de los temas más tratados en la escultura francesa de esta época es el del Santo Entierro y los monumentos sepulcrales donde la figura del yacente es tratada con gran realismo.
Pierre Puget, llamado el «Bernini francés», fue ya un escultor tardío del Renacimiento; sobresalió su obra Milón de Crotona.
La escultura renacentista se hizo presente a través de tres vías distintas: Los escultores españoles del siglo XVI han sido etiquetados con diferentes denominaciones acuñadas inicialmente para la arquitectura: «isabelino» —o «Reyes Católicos»—, «cisneriano», «plateresco», «purismo» —o «Príncipe Felipe», o «fase serliana»—, «manierismo», «romanismo», «herreriano», etc..
A partir de ese segundo tercio surgieron en distintas regiones españolas unos artistas que llegaron a ser los grandes maestros de Renacimiento español, que aunque siguieron las normas italianas, supieron dar a sus obras un carácter puramente español, creando escuela en las distintas regiones del ámbito nacional.
Dentro del Renacimiento es una variedad puramente española, que se corresponde con el estilo manuelino portugués.
El término plateresco suele emplearse para la arquitectura, pero como es un arte puramente decorativo y de ornamentación escultórica, puede tener cabida aquí en este pequeño apartado.
[48] Como «mundo esculpido» se conoce el carácter que adoptó la escultura en los países germánicos durante la segunda mitad del siglo XV, que puede verse en los grandes polípticos de altar de algunas iglesias y catedrales alemanas.
Vasari, conocedor del estilo alemán, decía sobre él: Michel Erhart de Ulm consiguió un gran control estilístico.
Su obra más puntera es el altar del monasterio benedictino de Blaubeurer (Baden-Wurtemberg) donde se pueden apreciar en la caja cinco grandes esculturas policromadas.
[50] En los Países Bajos se habían desarrollado y consolidado completamente las actividades artísticas durante el período gótico a niveles muy altos, lo que hace comprensible que fueran reacios a admitir otros criterios.
Así pues, fue tardía la aceptación del nuevo estilo que venía de Italia y las decoraciones góticas se mantuvieron aún durante largo tiempo.
Este sepulcro se realizó finalmente entre 1524 y 1528 por el escultor italiano Benedetto da Rovezzano.
Este artista llegó a montar un taller importante, donde se esculpían un gran número de obras.