Ermita de Santa María la Antigua

Su origen se remonta al siglo XIII y está construida en estilo románico-mudéjar.Fue la parroquia del antiguo municipio de Carabanchel, hoy día integrado en el citado distrito, y actualmente es la ermita-capilla del cementerio de Carabanchel, a cuya tapia se encuentra adosada.Los trabajos de restauración llevados a cabo en el templo en el año 1998 han puesto al descubierto restos arqueológicos de origen carpetano y romano, como cerámicas, losas y ánforas.A finales del siglo XV su entorno quedó despoblado y fueron fundadas dos nuevas localidades, conocidas como Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo, donde se redistribuyeron los habitantes del primitivo núcleo urbano.Ambas poblaciones fueron dotadas con sus respectivas iglesias, con lo que en el siglo XVI el templo de Santa María Magdalena perdió su rango parroquial y fue convertido en ermita, quedando consagrado a Santa María la Antigua y adscrito a la Iglesia de San Sebastián Mártir (Madrid), situada en Carabanchel Bajo.[2]​ La cabecera está orientada al este, pauta habitual en la mayor parte de los templos religiosos medievales.Con respecto al cuerpo principal, presenta idéntica fábrica que la cabecera, excepción hecha de la sacristía y de una casa adosada al muro este, probablemente incorporadas en la reforma del siglo XVII.Las tres naves se cubren con techumbre de madera y aparecen separadas por cuatro pilares.Uno de los elementos más singulares del conjunto es su torre, dada su reducida planta rectangular.Los elementos ornamentales se concentran preferentemente en el interior, donde aparecen restos pictóricos de la Edad Media.En 2020, durante una restauración, aparecieron también pinturas sobre la vida de María Magdalena, datadas en el siglo XV.
Portada
Torre de la ermita