Erich Hartmann

Se le acredita el derribo de 352 aviones Aliados —345 soviéticos y 7 estadounidenses— mientras servía en la Luftwaffe.En el momento de su concesión a Hartmann, era la máxima condecoración militar alemana.Los Hartmann eran dueños de su propio planeador, pero la mala situación económica los forzó a venderlo.Hartmann fue asignado al 7./JG52 para servir como escolta de Walter Krupinski (197 victorias), quien se convirtió en su mentor y amigo.Krupinski fue quien le dio el apodo de "Bubi", con el que sería conocido toda su vida y también quien le enseñó a tener paciencia y esperar hasta que estuviese a corta distancia del enemigo antes de abrir fuego.Durante el combate Hartmann derribó dos aviones enemigos, pero pedazos del fuselaje de una de sus víctimas impactaron a su avión, obligándolo a hacer un aterrizaje forzoso en territorio enemigo.Al ver Hartmann que soldados soviéticos se acercaban para capturarlo, fingió haber sufrido heridas internas.Los soldados rusos lo pusieron en una camilla y lo subieron a un camión para ser transportado.En el curso de 1944 Hartmann reivindicó 172 victorias, un total sólo superado por su amigo Wilhelm Batz.Según cierta leyenda, para esta época, los soviéticos también empezaron a notar los logros de Hartmann.Sin embargo, en realidad los soviéticos nunca se interesaron por los logros individuales de los pilotos alemanes, ni jamás ofrecieron recompensa alguna por ningún enemigo en la guerra.En los dos meses siguientes al cambio de pintura, Hartmann logró acumular 50 victorias más.Ese mismo mes, después de derribar dos P-51 más, su patrulla fue atacada por ocho cazas estadounidenses.Sin embargo, el piloto sólo pasó a su lado saludándolo con la mano.Hartmann le pidió a Galland que no lo trasladase, pues quería permanecer con su unidad.Galland, que siempre apreció el apoyo mutuo entre pilotos y la lealtad a unidades, canceló la orden de transferencia y la prohibición de vuelo para Hartmann, dándole además un descanso en Bad Wiessee.Hartmann asistió al programa de conversión bajo Heinrich Bär, y Galland quería que Hartmann se incorporara a la legendaria unidad JV 44 que el mismo Galland mandaba.Hartmann desobedeció una orden directa del general Hans Seidemann de que Graf y él volaran al sector británico para evitar ser capturados por los rusos, dejando al resto de la unidad a su suerte.Posteriormente Hartmann ordenó que se destruyeran los 25 aviones del escuadrón y toda la munición.Si Hartmann se hubiera unido a la JV 44, este acuerdo no se hubiera aplicado a él, pues la unidad JV 44 luchó exclusivamente contra los aliados occidentales.Hartmann rehusó aceptar ninguna culpa y fue condenado a 25 años de trabajos forzados.Varios prisioneros se rebelaron y lo liberaron, pero una vez sofocada la rebelión, pasó cinco meses más en solitario.A diferencia de Hans-Joachim Marseille, que era un gran tirador y maestro del tiro de deflexión, Hartmann era un cazador nato, que acechaba y sorprendía a su presa.En varias ocasiones las piezas que se desprendían de los aviones enemigos bajo fuego, impactaron contra el avión de Hartmann, dañándolo y obligándolo a hacer aterrizajes forzosos.Hartmann no era un temerario como Hans-Ulrich Rudel, sino más bien era muy cuidadoso y prefería obtener una sola victoria a tomar riesgos innecesarios.El número de victorias aéreas reivindicadas por Hartmann ha sido disputado tanto por historiadores anglosajones como soviéticos.
Modelo del Bf 109 de Hartmann con su característico esquema de combate.
Canadair Sabre de la Luftwaffe pintado con el tulipán negro de Hartmann.