[5] En la representación se insertó un elaborado ballet de cour compuesto por Jean-Baptiste Lully, cuyas danzas se interpretaron entre los diversos actos y especialmente al final, y que contó con la participación del propio rey.
En un primer momento, Cavalli rechazó la oferta, pero aceptó cuando le ofrecieron una suma mayor.
[11] El retraso del estreno se debió a que la sala no estaba terminada, y se representó en cambio otra obra de Cavalli: Il Xerse, que se había estrenado en Venecia y cuya estructura hubo de ser alterada para adaptarse al gusto francés.
Además, el libreto estaba en italiano y no había sido traducido al francés, de modo que, tal como recoge Aélaïde de Place, el público empezó a hablar prestando más atención a la maquinaria y al ballet de Lully.
Tal como sugiere Martha Novák, destacan los magníficos coros y una orquestación más rica.
La orquesta, de tres partes se amplía a cinco, algo común en la ópera italiana.
Otra serie de características que reafirman las ya citadas y las amplían son las siguientes:[24] El importante papel que representan los ballets dentro de la cultura francesa influye favorablemente en su empleo en representaciones en un género como la ópera.
La obra fue reestrenada en Londres en 1980, acontecimiento del que se hizo una grabación:[11] Ercole amante, con English Bach Festival[30] Chorus & Baroque Orquestra, dirigidos por Michel Corboz,[31] y con los cantantes Ivonne Minton, Ulrik Cold,[32] Patricia Miller, Felicity Palmer y Keith Lewis (Erato Classics.
Más recientemente, la obra ha sido llevada al vídeo en una producción de la Nederlandse Opera, dirigida en lo musical por Ivor Bolton, y protagonizada por Luca Pisaroni, Verónica Cangemi, Jeremy Ovenden, Anna Maria Panzarella y Anna Bonitatibus[33] (Opus Arte, Ámsterdam, 2010, 2 DVD).