Pandemia de gripe de 1918

Horas después ya se contabilizaban decenas de casos, hasta el punto de tener que habilitar un hangar para los enfermos, pues el hospital no tenía capacidad suficiente.

[17]​ Sin embargo, investigadores como Santiago Mata[13]​ recogen informes y publicaciones donde se afirma que ya se habían detectado brotes muy virulentos de la gripe meses antes y no en Kansas, sino en casi todos, por no decir todos, los campamentos militares estadounidenses habilitados para el envío de soldados a Europa.

Esta cantidad supone un incremento entre 100 y 200 veces la tasa de mortalidad habitual para población juvenil.

[cita requerida] Santiago Mata[13]​ recoge las descripciones aportadas por el capitán médico Herman Elwyn sobre los pacientes aparecidos en diciembre de 1917 y meses posteriores.

En febrero al cuadro anterior era necesario añadir en varios casos el dolor abdominal, hasta el punto de confundirse con una apendicitis, las pulsaciones aumentaban aún más en los casos de la segunda oleada, su color era todavía más pálido y el aspecto se asemejaba al de los enfermos por fiebres tifoideas.

Esto podía empeorar aún más la situación, al ir pasando los pacientes de una sección especializada a otra.

El presidente estadounidense Woodrow Wilson consultó con el general Peyton C. March, jefe del estado mayor estadounidense desde mayo de 1918, si debían suspender los envíos de tropas a Europa para no propagarla, pero March le indicó que una noticia así podía perjudicar mucho la marcha en el frente al saber la Triple Alianza los problemas entre las filas de su enemigo.

Por esta razón, Wilson no detuvo los envíos, pese a recibir informes de que sus ciudadanos estaban enfermando e incluso muriendo en los barcos al declararse la gripe a bordo.

[18]​ Tras registrarse los primeros casos en Europa, al parecer en Francia, la gripe pasó al Reino Unido, después a Italia, más adelante cruzó a Alemania y por último a España, un país neutral en la guerra que no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias, de ahí que, pese a ser un problema internacional, se le diera este nombre por parecer en las informaciones de la época que era el único país afectado.

Resultó un duro golpe para la población europea, pero también para la moral porque, con los adelantos conseguidos en higiene y sanidad, las autoridades consideraban orgullosamente haber desarrollado servicios sanitarios capaces de dejar en el olvido las pasadas epidemias, fueran de cólera u otras.

[18]​ Aunque esta epidemia comenzó siendo una gripe relativamente benigna, su mortalidad fue aumentando progresivamente.

[20]​ En 1919, la enfermedad ya fue mucho menos virulenta por estar la mayoría de los organismos adaptados al virus.

A pesar de esto, en 1920 aún se detectó un último repunte, pero no hubo más.

Así, el virus de 2009 que pertenece a la misma familia del H1N1 resultó mucho menos letal.

Hannoun consideró varias hipótesis alternativas de origen, como Kansas y Brest, como posibles, pero no probables.

Los pueblos indígenas del país, especialmente las tribus de Alaska, sufrieron enormemente.

[28]​[29]​ Según Oxford, en marzo de 1917 hubo un brote similar en los cuarteles del ejército en Aldershot,[30]​ y más tarde los patólogos militares reconocieron estos brotes tempranos como la misma enfermedad que la gripe de 1918.

[18]​ La gripe pudo haber matado a 25 millones de personas en las primeras 25 semanas.

Estimaciones más antiguas indicaban que murieron entre 40 y 50 millones de personas.

No se cuenta con datos precisos sobre la mortalidad que causó el virus.

Autores como Qureshi (2016, p. 42) sostienen que la Primera Guerra Mundial no causó la gripe, pero sí contribuyó decisivamente a su propagación.

En segundo lugar, por el movimiento de tropas y la mayor propagación que permitía más mutaciones aún.

Según Losada (2012) varios cargos públicos españoles utilizaron la vieja diligencia de huir, porque hasta bien entrado el siglo XIX se decía:De las mortíferas pestes tres diligencias libertan: pronta salida, remota distancia y muy larga ausencia.

La técnica biomolecular que permite realizar tales estudios recibe el nombre de «genética inversa».

El equipo englobó, junto con el grupo de Adolfo García-Sastre, a los grupos de Peter Palese, Ian Wilson, Christopher Basler, Michael Katze y Jeffrey Taubenberger.

Si en el siglo XXI se produjera una zoonosis causada por virus de alta virulencia y con el que la especie humana no hubiera tenido contacto alguno, no se considera posible detenerlo con los medios actuales, al menos en la primera oleada (véase el ejemplo de la pandemia de COVID-19).

Ciertamente la Humanidad cuenta con varias ventajas respecto a la situación científica y técnica de 1918.

Una hipótesis es que la cepa del virus se detectó en Fort Riley, Kansas, en virus en aves de corral y cerdos que el fuerte crio para alimento; Los soldados fueron enviados desde Fort Riley alrededor del mundo, donde propagaron la enfermedad.

[68]​ Rolland había escrito un artículo en The Lancet durante 1917 sobre un brote de enfermedad respiratoria que comenzó en 1916 en Étaples, Francia.

Worobey extrajo tejido de los portaobjetos para revelar potencialmente más sobre el origen del patógeno.

Mortalidad por semana en París , Berlín , Londres y Nueva York . El pico es atribuible a la gripe. El texto dice: «Pandemia de gripe, mortalidad en Estados Unidos y Europa durante 1918 y 1919. Muertes de causas variadas, por semana, expresadas como una tasa anual por mil».
Mortalidad por edades de las epidemias de gripe normales de 1911 a 1917 (línea de rayas) y de la epidemia de 1918 (línea continua). El pico central muestra la peculiar mortalidad de 1918 entre niños, jóvenes y adultos.
Viñeta humorística haciendo referencia al "Soldado de Nápoles", nombre dado inicialmente a la enfermedad por ser tan pegadiza como el tema de aquella zarzuela . [ 19 ]
El auditorio municipal de Oakland convertido en improvisado hospital en 1918.
Mapas de tasas de sobremortalidad respiratoria por cada 10 000 habitantes en cada provincia de España en 1918-1919. Los mapas muestran las tres oleadas pandémicas de primavera (mayo-julio 1918), otoño (agosto-diciembre 1918) e invierno (enero 1919-abril 1919) así como el total acumulado para toda la pandemia de gripe de 1918–1919.
Pirámide de la población alemana en 1939 donde puede verse claramente la disminución de la población a causa de la Primera Guerra Mundial y de la gripe de 1918.
Biólogos españoles ante el microbio de la gripe de 1918.
Imagen al microscopio electrónico del virus de 1918 (recreado en laboratorio).
Policías preparados para actuar en medio de la pandemia en Seattle , Estados Unidos.
Imagen de un Laboratorio de contención biológica nivel 4, el United States Army Medical Research Institute of Infectious Diseases.
Autorretrato de Edvard Munch , quien padeció la gripe de 1918.