Además, sirvió como ideólogo y primer presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
Enrico Mosconi se volvió a casar con María Luisa Natti.
La trascendencia de Mosconi está marcada inexorablemente por la presencia del ingeniero en minería Enrique Martín Hermitte, quien descubrió el primer pozo petrolero en la ciudad de Comodoro Rivadavia.
En 1925 Mosconi consideró la posibilidad de una sociedad mixta estatal y privada, pero en 1928 se retractó al expresar: También remarcó que, para defender los yacimientos petrolíferos argentinos de las compañías extranjeras, era necesaria «una magnífica insensibilidad a todas las solicitaciones de los intereses privados concordantes o no con los intereses colectivos, pero sobre todo hace falta un poder político capaz de contener todas las fuerzas opuestas».
La influencia de esta doctrina tuvo impacto en México, Brasil, Uruguay, Bolivia y Colombia.
Mosconi administró eficientemente YPF y, al mismo tiempo que establecía una incipiente gran empresa petrolera, comenzó a combatir la presión política de los dos gigantes de la explotación de hidrocarburos: la holandobritánica Royal Dutch y la Standard Oil del estadounidense John D. Rockefeller.
En 1929 recibió a Edmundo Castillo, ministro de Industria uruguayo, y lo convenció del establecimiento de una refinería nacional y una empresa estatal para vender sus productos.
Mosconi, leal a sus ideas radicales, no quiso colaborar en la década infame cuando los militares del momento se lo pidieron.
En 1938, en Brasil, las mismas ideas llevaron a la formación del Conselho Nacional do Petróleo (CNP).
En la actualidad, podemos encontrar en el espectro político argentino a la agrupación La Baldrich que reivindica el accionar de Mosconi en Y.P.F.
En la ciudad de Salta, Capital un barrio en zona norte lleva el nombre general Enrique Mosconi.