Emboscada de La Quebrada Riecito

A diferencia de otras zonas como el Magdalena Medio, Cauca o Urabá, las selvas del Caquetá habían conocido desde el cese al fuego un desarrollo mucho más político que militar.[3]​ Además hacía poco, en abril de 1987, el consejero presidencial para la Rehabilitación, Carlos Ossa Escobar, había estado en Remolinos del Caguán entrevistándose con los jefes de los frentes 14 y 15, alias Avelino Ruiz y Jorge Briceño Mono Jojoy.Minas Claymore y bombas artesanales contenidas en cantinas de leche, habían sido sembradas en un extenso terreno, mientras unos 140 insurgentes, esperaban atrincherados sobre los barrancos que daban a la vía.Los soldados consiguieron asegurar inicialmente la vía, pero la situación se complicó cuando los subversivos también empezaron a avanzar por las colinas circundantes, apretando el cerco.En respuesta, los suboficiales que están al mando del pelotón, el cabo Rafael Alonso Correa y el cabo Nicolás Ramírez intentan tomar las peñas, mientras son cubiertos por el Teniente Arce y los soldados que estaban parapetados en las cunetas de la carretera y en un barranco que está al lado de la vía.[4]​ Pero mientras asciende, el cabo Ramírez es herido de muerte dejando su flanco desprotegido; poco después Fuquen que disparaba la ametralladora también es abatido por los rebeldes que desde el costado derecho, causan más bajas a las filas oficiales.Teniendo dominadas las crestas, los insurgentes continuaban con el ataque y pedían la rendición de los sobrevivientes.Fue entonces que los rebeldes comenzaron a lanzar gases, y cubiertos con ellos avanzaron sobre el primer vehículo.Este logró alcanzar la trinchera de los guerrilleros, que empezaron la retirada sobre las 6 p. m.; en ese instante Correa fue herido con un tiro en la ingle, mientras los rebeldes escapaban por los montes aledaños.