Elecciones provinciales de Catamarca de 1939
La Unión Cívica Radical, principal partido de la oposición a nivel nacional, había levantado la abstención electoral proclamada en elecciones anteriores.Al mismo tiempo, la Concordancia catamarqueña, compuesta por el Partido Demócrata Nacional y la Unión Cívica Radical Antipersonalista, se vio sacudida por conflictos internos que afectaron el mandato de Juan Gregorio Cerezo, gobernador del PDN, resultando en la intervención del partido por orden del Comité Nacional Demócrata.[3] Pese a lo anterior, la jornada electoral se caracterizó por profundas denuncias de fraude e intimidación generalizada contra los votantes, siendo estas especialmente graves en los pueblos remotos de Chumbicha, Fiambalá y Santa María.Sin embargo, antes de que esto se llevara a cabo, Ortiz pidió licencia por enfermedad y Castillo tomó el control del gobierno, reemplazando a Martínez Pita por Gustavo Martínez Zuviría y organizando nuevas elecciones fraudulentas, que garantizaron el ascenso de Andrada a la gobernación.[2] La situación interna del PDN, que se vio resuelta con la progresiva distribución de posiciones entre sus partes, se saldó como contrapartida con la marginación del radicalismo antipersonalista, que en la provincia era dirigido por el exdiputado nacional Luis Alberto Ahumada.[9] Previendo una competencia cerrada, ambas fuerzas realizaron importantes despliegues proselitistas por toda la provincia, en un intento de atraer adhesiones.[3] Por su parte, Ahumada dedicó la mayor parte de su campaña a denunciar que el gobierno de Cerezo trataba de cometer un fraude electoral, considerando que las garantías defendidas por el gobierno nacional no eran suficientes y exigiendo reformas a las leyes electorales, que según él estaban redactadas a medida del oficialismo.[4] Simultáneamente, Ahumada tuvo que lidiar con el nulo apoyo del Comité Nacional del radicalismo, no dispuesto a apoyar una fórmula encabezada por un candidato que había abandonado el partido.[10] El día previo a las elecciones, al igual que el PDN, el radicalismo publicó su pronóstico de un resultado potencial: Ahumada pretendía ganar en Ambato, Andalgalá, Capital, Capayán, Fray Mamerto Esquiú, La Paz, Pomán, Paclín, Santa María y Valle Viejo, lo que hubiera implicado obtener 21 electores sobre 33.