Las elecciones de febrero habían dado una clara mayoría a los progresistas en las Cortes, partido en el Gobierno.
Sin embargo, la grave situación que vivía el país por la Primera Guerra Carlista y las medidas radicales de Mendizábal llevaron a un grupo de progresistas disidentes a pasarse a la oposición del Partido Moderado.
Entre ellos estaban Francisco Javier de Istúriz, Antonio Alcalá Galiano y Ángel Saavedra, duque de Rivas, prominentes figuras políticas que se enfrentaron al Presidente.
La reina María Cristina encargó precisamente a Istúriz la formación de gobierno.
Sin embargo, estas Cortes no llegaron a constituirse nunca.