Elecciones federales de México de 1994

En los últimos seis años, el Partido Acción Nacional (PAN), de oposición de derecha, había ganado muchas elecciones estatales y era visto como un serio aspirante a la presidencia en 1994.

Luis Donaldo Colosio obtuvo la candidatura presidencial bajo el procedimiento informal conocido como "destape", acostumbrado durante los gobiernos priistas en México.

[1]​ Durante casi sesenta años, al tratarse de un sistema prácticamente unipartidista, al "destapado" se le consideraba como el nuevo presidente y la campaña se afrontaba como un mero trámite.

Ello explica parte del gran daño sistémico que el atentado causaría al régimen político mexicano: aunque ya en 1988 se había presentado un proceso electoral lo suficientemente competido que incluso se presume fue fraudulento, Colosio era visto como el sucesor de Carlos Salinas.

Aunque se manejaron varios nombres más, se considera que los otros precandidatos "finalistas" fueron Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda (SHCP), y Manuel Camacho Solís, titular del Departamento del Distrito Federal (DDF).

Cuauhtémoc Cárdenas se postuló nuevamente para la presidencia, esta vez como candidato del PRD, partido que fundó en 1989.

Al mismo tiempo, la popularidad de Camacho iba en aumento debido a su papel de mediador en el conflicto zapatista, y se rumoreaba que podría reemplazar a Colosio como candidato presidencial.

Lo políticamente significativo fue que propuso un distanciamiento del PRI con el gobierno, estableciendo límites constitucionales al presidencialismo dándole más facultades al Congreso de la Unión, lo que significaba una reforma profunda al sistema político e implícitamente criticaba y representaba un rompimiento de Colosio con el régimen que lo había encumbrado.

Aunque es creencia popular que ese discurso le costó la vida, en el pasado Colosio ya había criticado al presidencialismo.

Persisten varias teorías de conspiración sobre el asesinato, entre ellas que fue orquestado por narcotraficantes.

Colosio recibió tres heridas de bala, y nunca estuvo claro si las pudo haber hecho una sola persona o no.

Se especuló que Salinas deseaba perpetuar su poder como lo hizo Plutarco Elías Calles a raíz del asesinato en 1928 del presidente electo Álvaro Obregón, quien controlaba a los presidentes sucesores.

Objetos de campaña de otros candidatos
Botones de campaña de Colosio.
Botones de campaña de Zedillo.