Elecciones generales de España de 1881

Como sucedió en todas las elecciones durante la restauración borbónica en España en estas el resultado estuvo determinado de antemano («encasillado») gracias al sistemático fraude electoral realizado mediante la red caciquil extendida por todo el territorio.

En estas elecciones, como en el resto, el gobierno que las convocó las ganó, ya que en el régimen político de la Restauración los gobiernos cambiaban antes de las elecciones y no después como sucedía en los regímenes parlamentarios (no fraudulentos).

[1]​[2]​[3]​ En 1878 el grupo de viejos unionistas dirigido por Manuel Alonso Martínez abandona el Partido Liberal-Conservador y regresa a las filas del Partido Constitucional de Sagasta, que había abandonado en 1875.

En 1880, tras cinco años consecutivos de gobierno, continúa la erosión del Partido Liberal-Conservador.

Ese mismo año abandonan las filas conservadoras y se suman a las liberales José Posada Herrera, antiguo dirigente de la Unión Liberal y presidente del Congreso en las primeras Cortes de la Restauración, así como un grupo de viejos notables del Partido Moderado que no encuentran acomodo en las filas conservadoras, como el conde de Xiquena o Balmaseda.