[3] En este pacto se habría concretado un cambio futuro, o alternancia, de gobierno sin sobresaltos entre ambas formaciones, es decir un «turno pacífico» entre los llamados «partidos dinásticos».
[1] La reunión entre Cánovas y Sagasta fue acordada a través del general Arsenio Martínez Campos.
Nadie puede adivinar lo que acontecerá», le escribió Marcelino Menéndez Pelayo a Juan Valera, entonces embajador español en Estados Unidos.
Cánovas comunicó su decisión al líder liberal y este aceptó en una reunión que mantuvieron en la presidencia del Gobierno por mediación del general Martínez Campos y que sería conocida equivocadamente como el «Pacto de El Pardo» (porque supuestamente habría tenido lugar en el Palacio de El Pardo donde había muerto el rey).
[7][9][10] El 27 de noviembre por la noche en el Palacio Real, la regente María Cristina recibió el juramento del nuevo gobierno presidido por Sagasta y ante el mismo juró la Constitución.