Las indicaciones presentes en los manuscritos estaban completamente dispersas y en algunos casos hasta eran contradictorias.
El Libro del Desasosiego se presenta como la autobiografía de Bernardo Soares.
[3] Lo que plantea el libro con toda claridad, sigue Crespo, es el problema de la doble personalidad que arranca de los románticos alemanes: Goethe, Novalis, Hölderlin... Pessoa al principio, en sus propias palabras, se veía obligado a trabajar en la obra debido a un estado de «abulia absoluta», aunque todo lo que le salían eran fragmentos.
[4] Crespo, por tanto, destaca tres circunstancias en relación con el surgimiento de la obra: la primera, el carácter fragmentario de la personalidad del autor y su imposibilidad para escribir otra cosa; la segunda, que la obra es ortónima (es decir, pessoana) en origen; y la tercera, el «estado de no-ser»: estas tres características, pese a la evolución estilística registrada en años sucesivos, se mantendrán invariables.
[7] El crítico estadounidense George Steiner escribió sobre la obra: «Lo fragmentario, lo incompleto pertenecen a la esencia del espíritu de Pessoa.
La traducción es a la vez penetrante y delicadamente observadora de la astuta melancolía pessoana.
Sin embargo, incluso un híbrido tal no se corresponde con la singularidad de la crónica pessoana.
Lo dice él mismo: "Mi ideal sería vivir todo en forma de novela".
El argumento es sencillo: un hombre oscuro que trabaja en una sombría oficina de la Rúa dos Douradores a las órdenes de un patrón idiota mira el mundo desde su insignificancia social y personal, pero también desde su extrema lucidez y agudeza.
"Toda la literatura consiste en un esfuerzo para hacer real la vida", dirá como una criatura cervantina.
[9] Los textos se publicaron por primera vez en 1982 a cargo de un equipo de estudiosos portugueses, encabezado por Jacinto do Prado Coelho y secundado por Maria Aliete Galhoz y Teresa Sobral Cunha.
En castellano, la primera edición se fecha en 1984, y corrió a cargo del citado poeta y crítico Ángel Crespo, que ya había editado varios poemas de Pessoa bajo el título El poeta es un fingidor.
Desplazamiento de diversos textos para ambientar mejor culturalmente la obra desde el principio.
Pizarro dice al respecto: “Mi mujer es portuguesa, estuve once años investigando a Pessoa en Portugal, lo sigo haciendo en Colombia, donde soy la representación del Instituto Camoes”.
La primera parte tiene un estilo simbolista-decadente, más esteticista, la segunda parte es más sobria y similar al dietario, aunque siempre sobre la reflexión del tedio y la inacción, la perplejidad ante la condición humana, el escepticismo y el elemento de unión de Lisboa, clave de la atmósfera del libro.