La expansión demográfica y las industrias se trasladan a zonas que en la época eran municipios independientes, hoy barrios de la ciudad, tales como: Sants, Sarriá, Gracia, San Andrés o San Martín.
El plan define una ciudad jardín con grandes espacios abiertos, los edificios, de solo tres plantas están muy distantes entre sí separados con anchas calles y no existe diferenciación entre clases sociales al ser todas sus calles iguales.
No obstante, y fruto tal vez de las fuertes presiones, el propio Cerdá en 1863, retoca ligeramente su plan para aumentar la superficie edificable.
Elige para su proyecto un plan hipodámico o damero, que ya había sido utilizado en ciudades coloniales como Filadelfia y Buenos Aires, siendo la opción más eficiente para la explotación intensa del terreno, otorgando además un valor equitativo al espacio.
[4] Las intersecciones se convirtieron con el tiempo en la imagen más fuerte de Barcelona.
Además el paseo de Gracia, por respetar el antiguo trazado, no es exactamente paralelo al resto de las calles lo que hace que las manzanas existentes entre las dos vías citadas, si bien son cuadradas y con chaflanes, presentan irregularidades que les dan forma de trapecios.
Dentro del espacio de cada manzana, Cerdá concibió dos formas básicas para situar los edificios, una presentaba dos bloques paralelos situados en los lados opuestos, dejando en su interior un gran espacio rectangular destinado a jardín y la otra presentaba dos bloques unidos en forma de “L” situados en dos lados contiguos de la manzana, quedando en el resto un gran espacio cuadrado también destinado a jardín.
La sucesión de manzanas del primer tipo daba como resultado un gran jardín longitudinal que atravesaba las calles y la agrupación de 4 manzanas del segundo tipo, convenientemente dispuestas, formaba un gran cuadrado edificado atravesado por dos calles perpendiculares y con sus cuatro jardines unidos en uno.
Los cambios en esta ciudad a partir del Plan Cerdà, no solo produjo cambios en el espacio físico de la ciudad, sino que también modifico su morfología, fachadas, y la propia sociedad.
La forma urbana que adopto, permitió diferentes funciones urbanas, y adaptarse también a nuevos programas de uso y formas en la arquitectura de acuerdo a la supermanzanas del distrito del ensanche.
Todo ello permite en la actualidad abrir vías y urbanizar zonas nuevas, que en algunos casos se están construyendo rodeados de zonas ajardinadas, muy similares a los diseños originales.