La plaza ocupa la mayor parte de la manzana delimitada por las calles Mallorca, Provenza, Marina y Lepanto.
[1] La plaza recibe su nombre en honor al arquitecto Antoni Gaudí, cuya obra magna, el templo de la Sagrada Familia, se encuentra enfrente.
El nombre fue asignado en julio de 1942, durante el mandato del primer alcalde franquista, Miquel Mateu, cuando la plaza, aunque proyectada, todavía estaba ocupada por almacenes y talleres.
[2] Jaussely también incluyó la creación de una vía en diagonal –hoy avenida Gaudí– para satisfacer las perspectivas deseadas por el arquitecto reusense.
[2] El nuevo plan de enlaces no gustó a Gaudí, y la Junta del Templo presentó al ayuntamiento alegaciones contra un proyecto que, al final, nunca se materializó.
[2][3] Una década más tarde, en la programación municipal 1963-64, se asignó un presupuesto de 14 millones de pesetas para su urbanización;[7] pese a todo, en los años siguientes la manzana siguió siendo un "recinto sórdido ocupado por almacenes y barracones".
Con esta propuesta, el espacio originalmente destinado a zona verde, 10 700 metros cuadrados, quedaba reducido a la mitad, aunque el proyecto de la concejalía también preveía la ubicación provisional de un mercado municipal en esa zona verde restante.
[12] Sin embargo, Rubió i Tudurí no vio terminado su último proyecto: falleció en mayo de 1981, a los 90 años, cuatro meses antes finalizar las obras.
[11] Según su propio creador, el paisajista Nicolau Rubió i Tudurí, la plaza fue diseñada como un escenario para contemplar el templo de la Sagrada Familia y, en especial, la fachada del Nacimiento, la única construida por el arquitecto Antoni Gaudí.
[12] Bordeando el lago artificial, un paseo de tierra entre parterres ajardinados permite contemplar diferentes panorámicas (oblicuas y frontales) de la fachada del Nacimiento y su reflejo en el agua.
[12] En esta zona se levanta un monolito en memoria de Rubió i Tudurí.
[18][19] En 2002, en la esquina de Lepanto con Provenza, el ayuntamiento inauguró un Punt verd, punto destinado al reciclaje de residuos domésticos y que cuenta también con un espacio destinado al compostaje donde originalmente se ubicaba un pipicán.
Desde junio de 2012 está prohibida la circulación de autocares turísticos en las calles adyacentes a la plaza (Marina, Mallorca y Provenza), medida que no incluye los autobuses urbanos y turísticos.