[1] El Plan Cerdá aprobado en 1859 dibujaba el "Ensanche ilimitado" contando con la facilidad topográfica del llano de Barcelona, si bien no contemplaba cómo enlazaría la trama ortogonal cuando llegara a las calles de las villas que rodeaban Barcelona y que respondían a un diseño condicionado por los caminos y con crecimiento básicamente anular.París era el referente más inmediato en lo que concierne a la ordenación monumental o institucional deseada y las nuevas teorías urbanísticas europeas sobre la segregación de usos (industria, comercio/servicios, ocio y residencia) ofrecían soluciones a la compatibilidad de la ciudad con la industria.El jurado contaba entre sus miembros a Josep Puig i Cadafalch y Francesc Cambó.Con todo, su implantación no se produjo formalmente, sino que fue desarrollándose en diferentes planes parciales a lo largo del siglo XX.Otra dificultad que sólo el tiempo podía arreglar, era el alejamiento del nuevo centro urbano ubicado, según la propuesta, en la plaza de las Glorias.