Exoesqueleto

Un dermoesqueleto recubre toda la superficie, de todos los animales del filo artrópodos (arácnidos, insectos, crustáceos, miriápodos y otros grupos relacionados), donde cumple una función protectora, de respiración y otra mecánica, proporcionando el sostén necesario para la eficacia del aparato muscular.

[1]​ Es una cubierta externa normalmente dura y resistente producida por la secreción de las células tegumentarias.

El dermatoesqueleto está compuesto por el polisacárido quitina, un polímero formado por cadenas rectas y simples (no ramificadas) de N-Acetilglucosamina, un monosacárido que incluye nitrógeno en su composición.

También los extremos anterior y posterior del aparato digestivo están tapizados por exoesqueleto.

Por un aumento de presión interna, o a veces por otro mecanismo, se desgarra la vieja cutícula y el animal realiza los esfuerzos necesarios para desprenderse de ella a la vez que secreta la nueva.

Los humanos han usado durante mucho tiempo las armaduras como exoesqueletos artificiales para su protección, especialmente en combate.

Algunas arañas inyectan fluidos a sus presas para disolver los órganos internos, manteniendo el exoesqueleto
Muda de una cigarra , Magicicada septendecim .