En artrópodos y otros ecdisozoos existe una cutícula externa continua o exoesqueleto que se muda de una vez, fenómeno conocido con el nombre específico de ecdisis (del griego antiguo: ἔκδυσις, ékdusis, “remoción”).
En los ofidios o serpientes ocurre de una vez, abandonando como resultado una camisa que, al igual que en los artrópodos, conserva los detalles de la morfología externa del animal.
La muda o pelecho puede implicar la alternancia estacional entre plumajes de distintas características.
Las plumas viejas se desprenden poco a poco, de manera que el animal no queda desnudo (con la excepción de algunos tucanes) ni presenta calvas, aunque la muda de las plumas responsables del vuelo puede obligarle a permanecer en el suelo y buscar refugio durante un corto período del año, denominado mancada, como ocurre en muchas anátidas.
[4] El proceso de renovación suele iniciarse en la cabeza y avanzar hacia la cola.
[6][8] El patrón general que se observa en las alas de los Cuculiformes, específicamente, en la sección primaria tienen la siguiente transición: las plumas con números impares se sustituyen primero, y luego las plumas de pares, en este orden la caída de las plumas de la cola se realiza por completo para luego sustituir con nuevas plumas.
A medida que se estas se van dividiendo, empujan al resto de células, y las de las últimas capas terminan por desprenderse.