Retroceso y degradación del suelo

La degradación es una evolución, diferente a la natural, relacionada con el clima local y la vegetación.Cada etapa sucesiva se caracteriza por una cierta asociación de suelo/vegetación y ambiente, lo que define un ecosistema.La vegetación instalada en el suelo provee el humus y asegura la circulación ascendente de materia; protege al suelo de la erosión en un papel de barrera (por ejemplo, lo protege del agua y del viento); y puede también reducir la erosión agregando las partículas del suelo en sus raíces.El hombre puede modificar profundamente la evolución de los suelos por acciones directas y brutales, como cortes abusivos, pastos forestales, rastrillajes, etc.Las praderas están en retroceso respecto a las ganancias de las tierras aradas.Las superficies con cultivos de primavera (girasol, maíz, remolacha) están aumentando, y dejan al suelo desnudo en invierno.Nuevas prácticas culturales, como la mecanización agírcola, también incrementan los riesgos de erosión.La fertilización por abonos minerales en lugar de orgánico gradualmente destruye el suelo.Aunque simples, algunos métodos para reducir la erosión no son elegidos debido a que estas prácticas tienen mayor coste que los beneficios a corto plazo.[5]​ Sin embargo, estas técnicas nunca podrán reconstruir totalmente un suelo (y su flora y fauna asociadas) que necesitó más de mil años para formarse.
Carta de suelos degradados en África
Labranza: resulta en degradación del suelo.
Hileras de sauce en manojos, estabilizando tierras sujetas a la escorrentía, Pas-de-Calais, norte de Francia.