La melodía la entona principalmente la celesta, un instrumento que se hizo conocido por primera vez a través de esta danza.
Por ello, la obra de Chaikovski contiene tanto elementos alemanes como franceses.
El ambiente aquí tiene un carácter francés, de modo que el Hada de Azúcar se llama La Fée Dragée y el príncipe, Prince Coqueluche y los otros personajes también tienen nombres franceses.
La Danza del Hada de Azúcar se determina en la partitura como Variation II.
Para el Hada del Azúcar, Chaikovski elige en cambio un tempo más lento de andante non troppo.
En contraposición con otras danzas comparables, compuestas en compases ternarios como 3/4 o 3/8, el Hada del Azúcar, está en un compás binario de 2/4.
Chaikovski describió este instrumento como una combinación «entre un pequeño piano y un Glockenspiel, con un tono de belleza divina».
Como instrumentos de viento metal, Chaikovski exige cuatro trompas en fa.
El gran atractivo de esta pieza queda manifiesto en las numerosas reelaboraciones y transcripciones para los más diversos instrumentos: