Este fenómeno es conocido como la Transición Demográfica Neolítica, y los arqueólogos lo han detectado en todo el mundo.
[11] Más tarde en el mismo año, los arqueólogos Carlos Zevallos Menéndez y Olaf Holm identificaron otro sitio valdivia conocido como San Pablo, iniciaron excavaciones inmediatamente.
[4][13] En los años setenta, una nueva ola de arqueólogos empezaron a realizar investigaciones que revolucionaron nuestra manera de entender esta cultura; En 1971, el alemán Henning Bischof encontró un complejo cerámico posiblemente anterior a valdivia conocido como San Pedro.
En 1974, Betsy Hill creó la cronología de 8 fases que se usa hasta hoy en día.
[16] Algunos incluso creen que la clase social podía heredarse de padres a hijos, ya que en el sitio Real Alto se encontraron los restos de un niño enterrado en una posición privilegiada en uno de estos montículos ceremoniales, este niño habría nacido con un rango social privilegiado, ya que no tuvo tiempo en la vida para ganar este estatus por sus propios méritos debido a su corta edad.
La presencia de una "matriarca" en otro entierro en Real Alto posiblemente refleje una organización matrilineal para la cultura valdiviana.
Este mismo entierro sugiere algo más que un simple sistema matrilineal, porque esta mujer recibió atención muy especial.
Tercero, hay evidencia de siete entierros secundarios en la misma tumba, probablemente realizados durante distintos ritos posteriores.
Aprovechando la fertilidad que aportaban los ríos Verde y Zapotal, se desarrolló una incipiente domesticación de plantas.
Entre sus cultivos principales, podemos destacar: achira, lerén, ají, una especie de maíz llamada kcello ecuatoriano, porotos, calabazas, yuca, camote, maní y algodón.
Además, los arqueólogos han hallado estratos de una longitud superior a los dos kilómetros que pudieron responder a restos de pequeñas canalizaciones para regular el riego o para evitar el desaprovechamiento del agua.
Entre las herramientas líticas halladas en este yacimiento son destacables los cuchillos de lasca, los núcleos, los machacadores, metates, pulidores, pesos para pescar y raspadores.
Los bordes pueden ser de diferentes formas: directos, del mismo espesor que el cuerpo; evertidos, marcadamente doblados hacia fuera; expandido, cuyo espesor va aumentando gradualmente hasta llegar al labio; doblados, engrosados por la parte exterior o interior, combados, curvado hacia fuera y luego doblado hacia arriba; y carenados, cuyo espesor va disminuyendo gradualmente hasta llegar al labio.
En cuanto a las bases de la cerámica valdiviana pueden ser: aplanadas, cóncavas o tetrápodas.
Las figurillas Valdivia son probablemente el elemento más conocido del arte Valdiviano.
Popularmente se las suele llamar "Venus de Valdivia", sin embargo este nombre ha sido cuestionado porque atribuye a estas representaciones figurativas un significado meramente sexual.
[19] Se han barajado diversas hipótesis para dar explicación a la creación de estas figurillas.
[20] Otra teoría dice que los chamanes Valdivia las utilizaron en ceremonias sanadoras para curar enfermedades causadas por malos espíritus.
Esta tradición todavía se practica en ciertos lugares de la costa ecuatoriana hasta hoy en día.
[26] Sin embargo, se han encontrado varias tumbas que parecen no seguir las tradiciones fúnebres más comunes de la cultura Valdivia.
[16]Los ejemplos más conocidos de estos entierros extraordinarios son las tumbas que se encontraron en el Montículo del osario, en Real Alto.
[27]También se encontraron entierros excepcionales en un montículos en La Emerenciana (provincia de El Oro), estos incluyen varios esqueletos que parecen haber sido enterrados sentados y en fardos funerarios, es decir, enrollados en tela o redes.
Por otra parte, las cuatro culturas son consideradas los complejos cerámicos más antiguos de sus respectivas regiones.
[4] La simultaneidad con que estas características aparecen en regiones tan distantes, evidencia un posible contacto histórico.