La transición a la agricultura, llamada la Revolución Neolítica, ha tenido lugar independientemente varias veces.
La agricultura a pequeña escala probablemente surgió independientemente en los primeros contextos Neolíticos en India (arroz) y Sureste de Asia (taro).
[3] Sin embargo, la dependencia completa en los cultivos domésticos y animales, cuando los recursos naturales contribuían un componente nutricional insignificante para la dieta, no ocurrieron hasta la Edad de Bronce.
En las sociedades agrarias, algunas de las correlaciones simples entre la complejidad social y el ambiente empiezan a desaparecer.
Una opinión es que los seres humanos con esta tecnología han dado un gran paso hacia el control de sus ambientes, son menos dependientes en ellos y por lo tanto muestran menor correlación entre el medio y los rasgos relacionados con la tecnología.
Tales sociedades empezaron a aparecer por la Revolución Comercial e Industrial la cual se puede ver empezando en las ciudades y estados mediterráneos de 1000-1500 d. C.[7] Mientras las sociedades europeas se desarrollaban durante la Edad Media, el conocimiento clásico eran readquiridos por fuentes dispersadas, especialmente las arábigas, y una nueva serie de sociedades comerciales marítimas desarrolladas de nuevo en Europa.
El mundo en desarrollo en general produce rendimientos más bajos, teniendo menos de la última ciencia, capital y base tecnológica.
Más gente en el mundo se involucra en la agricultura como su primera actividad económica que en cualquier otro, sin embargo solo representa el 4% del PIB.
Con la mecanización, estas tareas se podían realizar a una velocidad en una escala apenas imaginable antes.
Roma, por ejemplo, pudo atraer ganancia y materias primas desde Sicilia, el Norte de África, Egipto, y el Sur de Francia para sostener grandes poblaciones, incluso con los niveles modernos, usando transporte marítimo en el Mediterráneo.
El énfasis en el Occidente moderno en las libertades fue, en gran parte, una reacción a la estratificación escarpada y rígida de las sociedades agrarias.
[17] La energía radiante del sol es primeramente atrapada y arreglada químicamente por la fotosíntesis de las plantas.
No obstante, al contrario que los cazadores-recolectores, la estrategia básica agrícola es controlar esos flujos.
Para este propósito, el sistema agrario usa principalmente organismos vivos que sirven como alimento, herramientas y materiales de construcción.
Los dispositivos mecánicos que usan el viento o el agua en movimiento también se pueden usar para convertir flujos naturales de energía.
La expansión debe tener lugar en sitios ya sea reclamando territorios ocupados por otras comunidades o tener lugar al reclamar nuevos nichos ecológicos de otras especies vivas.