[8] La Wehrmacht alemana lanzó en torno a 5000 cohetes militares V2 contra objetivos aliados durante la guerra, principalmente Londres y posteriormente Amberes, dando por resultado la muerte de un número estimado de 7250 personas, tanto civiles como militares.
[cita requerida] El arma fue presentada por la propaganda nazi como una venganza por los bombardeos sobre las ciudades alemanas desde 1942 hasta el final de la guerra.
Sin embargo, no pudo cambiar el curso de la guerra, que ya había tomado en 1944 un giro decisivo hacia la victoria aliada.
Los experimentos con cohetes de combustible líquido comenzaron en Alemania en los años 1920, promovidos por la sociedad para vuelos espaciales «Verein für Raumschiffahrt» (o «VFR»), entre cuyos miembros se hallaba el joven Wernher von Braun (1912-1977).
Posteriormente, en 1934, estos trabajos, originalmente civiles, se transforman en actividad oficial financiada y controlada por la Wehrmacht bajo la dirección del capitán, luego general, Walter Dornberger, otorgándoseles unas instalaciones de investigación en Kummersdorf, Brandeburgo.
En 1937 el equipo se trasladó a Peenemünde, en la costa báltica, con Dornberger como jefe y Von Braun como director técnico.
Para lograrlo se probarían las características del diseño y diversas técnicas de control en un modelo a escala: el «A5».
El canciller alemán Adolf Hitler, entusiasmado por el éxito, ordenó la producción masiva del A4 con el nombre de «Vergeltungswaffe 2» (arma de represalia número 2) o simplemente «V2», destinado a atacar Londres y el suelo británico porque no era efectivo contra objetivos militares debido a su poca precisión.
El equipo completo necesitaba otros 30 vehículos, que marchaban en convoy (generalmente por las noches), transportando los propergoles, la ojiva, una grúa móvil para montarla, utensilios de mando, control y equipo autógeno para suministro eléctrico, entre otras cosas.
En la parte superior del misil se hallaba la ojiva, que pesaba 975 kg, de los cuales 910 eran la carga explosiva.
El apogeo se situaba normalmente en los 96 km (que entonces representaba la mayor altura alcanzada por cualquier objeto construido por el hombre).
El motor cohete del A4 era alimentado con oxígeno líquido y alcohol a alta presión mediante una turbobomba Walter de 730 HP que funcionaba con vapor recalentado.
Los lugares se escogían cuidadosamente a fin de obtener la posición geográfica exacta para calcular el acimut preciso del objetivo.
En las dos últimas horas se bombeaba el oxígeno líquido (1970 kg), intensamente frío (t < -182,96 °C), al interior con sumo cuidado.
En los minutos finales se activaba el sistema de telemetría (instalado ocasionalmente para registrar la trayectoria conseguida) en conexión con cuatro antenas situadas en los extremos de las aletas; en ese momento ya se encontraba listo para el lanzamiento.
La altura y la velocidad alcanzada por los V2 hacía, asimismo, que fuera prácticamente imposible detectarlos con el radar de la época.
Para incrementar el alcance de los V2 a 750 km se diseñó el A4b, dotado con alas en flecha y timones aerodinámicos más largos.
[10] Braun y su equipo crearon el cohete Saturno V de la NASA, que llevó al hombre a la Luna en 1969 con el Programa Apolo.