El gálibo (del árabe qálib, qālab o qālib, y este del griego καλόπους, ‘horma’) son las dimensiones máximas, tanto de altura como de anchura, que pueden tener todos los vehículos.
Dado que el gálibo puede verse como una norma de dimensiones para evitar el choque de vehículos entre sí y de los mismos con el ambiente en el que se mueven, se dice que los vehículos poseen gálibos máximos y los ambientes gálibos mínimos.
Al mismo tiempo los gálibos máximos y mínimos no coinciden, sino que están distanciados por un margen de seguridad.
El gálibo es un arco o túnel real o virtual que determina si las dimensiones máximas de ancho y alto de un objeto le permiten atravesar o alojarse en una cavidad previamente construida, es decir permitir que ese objeto pase a través o se aloje, sin que colisione contra las paredes de esa cavidad, túnel, puerta, puente, etc.
Se utiliza el término para definir en su conjunto una serie de parámetros urbanísticos y edificatorios normados por algunas municipalidades o ayuntamientos, sean estos retiros, altura máxima, planos rasantes, salientes y voladizos, retranqueo, etc., los cuales afectan a un predio en particular e influirán en la forma del edificio a emplazarse en el lugar, al definir el volumen máximo que puede ocupar.