Sin embargo para darles mayor estabilidad, se había previsto que tuvieran un desplazamiento entre 18 000 y 19 000 toneladas, lo que ya era casi el doble de lo permitido en el Tratado de Versalles.
En respuesta a la construcción de la clase Dunkerque se planeó hacer estos buques más pesados.
Además, el tamaño oficial fue revisado al alza varias veces, hasta llegar casi a las 35 000 t de desplazamiento.
Estaba previsto que las clases Scharnhorst y Gneisenau, como pasaba con los buques de la clase Deutschland, fueran propulsados por motores diésel marinos, con la ventaja de menor consumo y mayor autonomía que suponía.
Solo durante la guerra se consiguió controlar el sistema adecuadamente, pero siguió exigiendo un mantenimiento relativamente intensivo, produciéndose fallos y requiriendo mucho personal cualificado.
El calibre de la artillería principal se dejó en 28,0 cm, como en la clase Deutschland, para no perjudicar las relaciones con el Reino Unido.
Sin embargo, la longitud del cañón se aumentó de 52 a 54,5 calibres.
[3] Durante la construcción se dio mucha importancia a la calidad del blindaje.
En la clase Scharnhorst no se siguió el estricto concepto del "todo o nada" habitual en la construcción de muchos acorazados de esa época, sino que el buque fue blindado en toda su eslora, en diferentes medidas.
En 1941 consiguió zarpar, hundir varios barcos mercantes y llegar al puerto francés de Brest.
Al regresar a Alemania en febrero de 1942, durante la Operación Cerberus, el Gneisenau resultó dañado por una mina marina y durante las reparaciones en Kiel fue severamente dañado por un bombardeo, por lo que nunca llegó a repararse completamente.
Finalmente, en marzo de 1945, al acercarse las tropas soviéticas, fue volado frente a Gotenhafen.