Los cuatro buques fueron construidos para la Peninsular & Oriental Steam Navegation Company en los astilleros Harland and Wolff en Greenock.
Se le instalaron 8 cañones de 150 mm y 6 ametralladoras Vickers de 7,62 mm siguiendo la política del mercante armado propiciada por Winston Churchill, entonces Primer Lord del Almirantazgo y ministro.
Además había interceptado un carguero sueco que fue tomado con una Dotación de presa y puesto en destino en el Reino Unido.
Tuvo la mala fortuna de ser señalado por los cruceros acorazados Scharhorst y Gneisenau que iniciaban su primera salida destinada precisamente a hundir buques patrulla en esas aguas para facilitar la salida al Atlántico.
En un primer instante, por el lado alemán, el Rawalpindi había sido identificado como buque pesquero perteneciente a Islandia.
El capitán Edward Coverley Kennedy, de 60 años, decidió aceptar la lucha diciendo: "Lucharemos con ambos buques", sellando el destino del Rawalpindi a pesar de que no tenía la más mínima esperanza frente a tan formidables adversarios.
Aún tuvo Coverley Kennedy una segunda oportunidad de cañonear al Scharnhorst, quedando corto.
Los alemanes suspenden el fuego teniendo un alcance seguro de 8000 m.[2] Coverley ordena abandonar el buque.
Desde el Scharnhorst se lanzan botes para ayudar al rescate de los sobrevivientes mientras el Gneisenau patrulla alrededor.