En 1934, Hollman, von Willisen y Paul-Günther Erbslöh fundaron una empresa llamada GEMA (Gesellschaft für elektroakustische und mechanische Apparate m.b.H., Sociedad de Aparatos Electroacústicos y Mecánicos).
[1][2] La utilidad militar no pasó inadvertida: se desarrolló una versión terrestre llamada Freya, mientras que las versiones navales llevaron el nombre de Seetakt.
Además, para mantener el secreto, muy poca gente estaba informada y no se llevaban a bordo instrucciones detalladas (como planos de los circuitos) para resolver errores.
[5] Se produjeron unos 200 radares Seetakt, colocándose en buques de superficie, submarinos[6] y, en mayor medida, en tierra para la defensa costera.
El buque no se hundió totalmente y la antena del radar Seetakt quedó a la vista.
Sobre ella hizo la Royal Navy un informe para las autoridades británicas, al que prestó especial atención Reginald Victor Jones, un experto científico de la inteligencia militar británica, a quien los datos sobre el tamaño de la antena le permitieron sacar conclusiones sobre las gamas de frecuencias utilizadas.