Cayetano Ripoll

Se le sentenció a morir colgado en la horca y a ser quemado, pero como «en el día en ninguna nación de Europa se quema o materialmente se condena a las llamas a los hombres», la quema «podrá figurarse pintando varias llamas en un cubo, que podrá colocarse por manos del ejecutor bajo del patíbulo ínterin permanezca en él el cuerpo del reo y colocarlo, después, de sofocado, en el mismo».

[9]​ La condena fue dictada por el Tribunal de la Fe diocesano por hereje contumaz y relajado a la justicia ordinaria.

Fue ahorcado en la plaza del Mercado de Valencia donde había instalado un patíbulo permanentemente.

Se metió el cadáver en la cuba pintada con unas llamas, tal como había ordenado el tribunal, y fue arrojada al río Turia desde un puente, en medio de los gritos y las burlas de los presentes.

«Ripoll fue "entregado a las llamas", al infierno, como en otro tiempo se hacía con los herejes contumaces», afirman Emilio La Parra López y María Ángeles Casado.

[13]​ Actualmente existe en Valencia una plaza, la Plaça del Mestre Ripoll, dedicada a su figura al final de la avenida Vicente Blasco Ibáñez con frondosos árboles.

Iglesia de la Concepción en el barrio de La Punta (antigua partida del municipio de Ruzafa , posteriormente integrado en la ciudad de Valencia ), donde ejerció como maestro Cayetano Ripoll.
Grabado titulado «Autodafé a Valence (Juillet 1826)» que supuestamente reproduciría la ejecución por herejía de Cayetano Ripoll, pero que en realidad representa un auto de fe de la Inquisición (el reo lleva un sambenito y va a ser quemado en la hoguera). Ripoll fue ahorcado por una sentencia de la Junta de Fe de la diócesis de Valencia y su cadáver solo fue "quemado" simbólicamente. La ejecución de Ripoll tuvo lugar en la plaza del Mercado de Valencia, y los edificios, seguramente inventados, que aparecen en el grabado no son los de esa céntrica plaza de la ciudad.