[3] El entonces gobernador de Puerto Rico, Carlos Romero Barceló (PNP), elogió a los oficiales en una emisión televisiva al llamarlos "héroes".
[7] Su testimonio fue corroborado por el oficial Carmelo Cruz, a quien también se le concedió inmunidad, aunque no fue testigo de los disparos fatales, y que confirmó muchos detalles aportados por Cartagena.
[2][8][5] Los oficiales convictos, que no estaban en servicio activo en la época por varias razones, fueron: Ese mismo año, en las elecciones generales llevadas a cabo en noviembre, Romero Barceló perdió su puesto como gobernador frente al exgobernador y rival del partido opositor Rafael Hernández Colón (PPD).
Pocas horas después, un grupo que se identificó como la "Organización Voluntaria para la Revolución" llamó a las agencias de noticias locales para reivindicar el atentado.
Para esa época, Darío Rosado, Soto Arriví, Figueroa y Saunders tenían carpetas abiertas por Montañez a petición de Pérez Casillas (E.N.P., 106).
En la madrugada del 23 de julio fueron a Toro Negro, Pérez Casillas, Quiles, Montañez Cruz, Colón Ortiz y Torres Marrero.
Allí, Pérez Casillas impartió instrucciones de vigilar y corroborar si llegaban unos individuos a reconocer el área.
Poco después, llegó otro vehículo con el Teniente Quiles y el agente Montañez, y le indicaron a Quiñones Quiñones que estaban verificando las condiciones de los sitios, pues pensaban llevar a cabo una especie de adiestramiento en esa área (E.N.P., 181-182).
Transcurrieron las horas y en la madrugada del 25 de julio González Malavé llamó e indicó a Cruz que quería verlo.
Temprano en la mañana del 25, los oficiales Cruz y Méndez salieron hacia Río Piedras para vigilar a los jóvenes.
El primero en llegar fue González Malavé —con una mochila del tipo que usan los estudiantes para cargar libros—, luego Darío Rosado y más tarde Soto Arriví.
Después de caminar un tramo los jóvenes hicieron una señal a un vehículo público (taxi) conducido por Julio Ortiz Molina.
Abajo había personal en mamelucos de color oscuro, tipo uniformes, que hacían ademanes con las manos (E.N.P., 3).
En el aeropuerto Mercedita de Ponce, los esperaba Cartagena Flores; después llegaron Mateo Espada y Santiago Borrero (E.N.P.
Que en el grupo venía un agente encubierto y posiblemente un rehén, y debían hacer todo lo humanamente posible por salvarle la vida al rehén, "pero que los individuos no podían o no debían bajar vivos del sector de Toro Negro" (E.N.P., 18).
Estaban Pérez Casillas, Quiles, Cartagena, Nazario Mateo, Montañez, González, Santiago Borrero, Colón Berríos, Bruno, Torres y el apelante Moreno Morales (E.N.P., 8; 116; 303).
Conforme a sus propias instrucciones, Pérez Casillas, Cartagena Flores y Santiago Borrero salieron hacia el Cerro Puntita (E.N.P., 8, 304).
Por su parte, Montañez y Colón, con rifles AR- 15, junto a Bruno que llevaba una escopeta calibre 12, fueron hacia las facilidades de Rikavisión (E.N.P., 116).
Como los vehículos de las monjas también se dirigían hacia Rikavisión, Montañez les dijo que no podían estar allí.
Cuando los agentes se bajaron del vehículo frente a Rikavisión, Sor María Asunción Jiménez decidió rápidamente irse (E.N.P., 178-179)[PAG.
González Malavé conducía y tenía el arma debajo de la pierna; conocía la ruta, ya que hizo todos los virajes correctamente (E.N.P., 25; 46; 53-54).
El joven al lado derecho de Ortiz Molina sugirió dejarlo por allí, pero González Malavé se negó, porque estaban perdiendo mucho tiempo (E.N.P., 54).
Las personas buscaron refugio en los arbustos y Montañez se lanzó de bruces al terreno e hizo varios disparos hacia el lateral del vehículo (E.N.P., 120, 151-153).
Todos los presentes, incluyendo a Pérez Casillas y al apelante Moreno Morales salieron en vehículos hacia allá (E.N.P., 9; 184).
Se encontraban Bruno (E.N.P., 28; 124), Colón Berríos (E.N.P., 28; 124; 159), Reverón Martínez (E.N.P., 28; 124; 159), Torres Marrero (E.N.P., 28, 124, 159), Quiles (E.N.P., 28, 159), Ríos Polanco (E.N.P., 47; 124), Montañez (E.N.P., 38; 124), el apelante Moreno Morales, (E.N.P., 47; 124), Méndez (E N.P., 124; 159), Mateo Espada (E.N.P., 124; 159; 309 ), González (E.N.P., 124; 159 ) y Pérez Casillas (E.N.P., 124; 159).
Ese mismo día Ortiz Molina contó lo sucedido a Félix Santiago Torres, agente del NIC de Ponce (E.N.P., 206).
Darío Rosado ya no tenía los espejuelos y le pusieron la máscara cubriéndole el rostro (E.N.P., 127), guantes (E.N.P.
Cartagena {DPR 279} Flores y Moreno Morales regresaron a Rikavisión cuando ya había agentes investigando (E.N.P., 12; 16).
Julio E. Fontanet Maldonado (es parte integral del Grupo Inocencia), la periodista Laura Candelas y el Lcdo.
Residente, Calle 13 (2005) «Querido FBI» Se nombra la siguiente frase "Protesto por una Masacre Ponce, Por un cerro maravilla y hasta por un Septiembre 11"