Este solar fue entregado a Diego de Almagro quien se instaló en ella como su vivienda.
Se afirma que la construcción del palacio de Huascar debió ser impresionante y de gran importancia habiendosela reservado Almagro para sí mismo[4].
Una nieta de Álvarez Maldonado, Mariana Cornejo, se casó con el almirante Francisco Alderete Maldonado y fue desde 1629 la propietaria del inmueble hasta 1643.
A la muerte de éstos, la casa permaneció entre sus herederos hasta inicios del siglo XVII cuando la adquiere el potosino Diego del Barrio y Mendoza luego de que el Templo y convento de La Merced sacara la casa a remate en cumplimiento de los censos y hipotecas que pesaban sobre la misma.
Tras la muerte de Barrio, la cedió en testamento a los Padres Filipenses quienes, sin embargo, no llegaron a tomar posesión del inmueble por lo que la casa pasó a ser propiedad del arzobispado del Cusco[6].
Posteriormente, la casa pasó a ser propiedad de Benigno de la Torre del Mar, cuyos descendientes la poseyeron hasta el siglo XX cuando la trasfirieron a la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco que instaló en ella el Museo Histórico Regional del Cusco conocido hoy como el Museo Inka[6].
En el piso superior destacan los artesonados que ocupan los ángulos sur y este.