Volvió con su familia a España en 1823 y su debut se remonta a 1824 con la obra Otelo, de William Shakespeare.
En la Corte trabajó con la gran actriz Concepción Rodríguez y las no menos célebres Antera y Joaquina Baus, estrenando con esta última, heredera de los papeles del teatro antiguo característicos de la Rita Luna, las tragedias escritas expresamente para los dos tituladas Dido, Ifigenia y Doña Inés de Castro, según cuenta el famoso actor Antonio Vico.
Bajo el patrocinio de Juan Grimaldi, destruyó los moldes antiguos del arte neoclásico, aclimatando el Romanticismo con las creaciones de Martínez de la Rosa, Duque de Rivas, García Gutiérrez, Hartzenbusch, Zorrilla y tantos otros, pues estrenó la mayor parte de los títulos representativos del Romanticismo, haciendo pareja protagonista con Bárbara Lamadrid.
Incorporados ambos por Juan Lombía a la compañía del Teatro de la Cruz, Latorre fue el primer actor en interpretar a Don Juan en el estreno de la inmortal obra de José Zorrilla Don Juan Tenorio (1844).
Fundado el Conservatorio de Música y Declamación por la reina María Cristina, fue Carlos Latorre uno de sus profesores y tuvo entre sus discípulos al que sería famoso actor Julián Romea.