[4][5] En 1789, con diecinueve años, hizo su debut en el teatro que el actor Sebastián Briñoli había instalado en la calle del Barco de Madrid.En 1790, y al parecer por influencia del Conde de Floridablanca, Rita ingresó como segunda dama en el Corral del Príncipe, sustituyendo en la compañía de Manuel Martínez a su hija a Francisca Martínez, recién jubilada.[7] Actriz de raza, intuitiva más que teórica y estudiosa, "expresaba sus pasiones con arrebatado acento, y si en lo trágico no admitía competencia, en 'las niñas bobas' no toleraba ni siquiera la imitación".[nota 1] Dada la tensión entre ambas, poco después Rita decidió pasar al Coliseo de la Cruz, donde debutó con la obra de Agustín Moreto El desdén con el desdén; allí se consagró, durante dieciséis años.[10][nota 3][11] Queda noticia de que destruyó todo lo que la unía a su vida anterior, incluido un retrato que el pintor aragonés le había hecho cuando se encontraba en su plenitud profesional (en medio del campo, vestida de blanco, plantada, altiva y con un perro ladrando a sus pies, y la leyenda: «Los perros ladran a la Luna porque no la pueden morder»).
Retrato de Rita Luna aparecido póstumamente en la revista
Cartas Españolas
(5 de abril de 1832)