Carlos Javier de Borbón-Parma

Carlos Javier de Borbón-Parma no es descendiente de la dinastía carlista original, ya que el pretendiente Alfonso Carlos de Borbón falleció sin descendencia en 1936,[2]​ y ninguna organización política lo reconoce como heredero de aquella dinastía (el Partido Carlista se declara accidentalista,[3]​ la Comunión Tradicionalista es leal a Sixto Enrique de Borbón y la Comunión Tradicionalista Carlista no ha decidido hasta el momento adherirse a él «mientras no se lleve a cabo una mayor concreción y diálogo para restañar la fractura ideológica provocada por su padre»).

En Estados Unidos estudió ciencia política y se ha convertido en asesor financiero de varias compañías, como European Public Policy Advisors.

Carlos Javier está implicado en la fundación sin ánimo de lucro Instituto holandés para la innovación y sostenibilidad (Insid).

Tanto él como sus hermanos dominan los idiomas inglés, neerlandés y castellano.

[10]​ En el año 2000, en un acto celebrado en Trieste, lugar donde están enterrados diversos pretendientes de la dinastía carlista, al serle impuesta la Cruz de la Real Orden de la Legitimidad Proscripta por su padre Carlos Hugo, se comprometió públicamente a mantener la herencia carlista.

El 28 de septiembre del año 2003[12]​ en un acto celebrado en Arbonne, la localidad donde se refundó el Partido Carlista entre 1970 y 1972, su padre le transfirió el tradicional título legitimista de duque de Madrid, utilizado por los reyes carlistas desde Carlos VII.

En plena efervescencia del conflicto entre el independentismo catalán y el Gobierno central, en una carta del 6 de noviembre de 2015, Carlos Javier habría propuesto una solución federal a la crisis institucional.

Con motivo del XIV Congreso Federal del Partido Carlista, emitió un comunicado afirmando que el Partido Carlista es «la voz de nuestra lucha, ya casi bicentenaria, por las libertades».

[24]​ Además, tanto él como su hermano Jaime Bernardo, según lo dispuesto por la Pragmática Sanción de 1776, quedarían descartados como pretendientes al contraer matrimonios desiguales ambos.

[25]​ No obstante, el pretendiente Alfonso Carlos de Borbón (que no tuvo descendencia directa) manifestó que la legitimidad carlista de su futuro sucesor estaba condicionada a la aceptación y reputación intangible de cinco puntos que constituyen los fundamentos de la legitimidad española, los cuales no han sido aceptados por Carlos Javier [cita requerida], razón por la que el historiador y periodista Manuel de Santa Cruz le niega cualquier legitimidad carlista.

[31]​ En 2020 se adherió a una campaña reivindicativa del Gernikako Arbola[32]​ como himno nacional de Euskal Herria[33]​ que impulsaban militantes de la llamada Izquierda Abertzale.