[1] Cerca de 1725 fueron descubiertos diamantes en la región, consolidando la capitanía como la principal economía de la colonia en la época, suplantando a la región Nordeste del Brasil.
San Pablo fue el punto de partida de las banderas, que consistían en expediciones con motivos esclavistas y en búsqueda piedras preciosas y oro.
[2] Por la acción de los bandeirantes la nueva capitanía pasó a contar con un vasto territorio, que incluiría sectores de San Pablo, Paraná y Santa Catarina, en el sur, y de Minas Gerais, Goiás y Mato Grosso en el oeste.
La incursión portuguesa en territorio español generó oficialmente un largo período de conflictos armados, lo que llevó a la negociación del Tratado de Madrid (1750).
A partir de 1772, la Corona portuguesa asumió íntegramente la producción diamantífera en Minas Gerais, creando una empresa para tal fin, la Real Extração dos Diamantes.