[5] Informa Afonso d'Escragnolle Taunay, citando una carta del jesuíta Justo Mancila, que la segunda bandera, la de Nicolau Barreto, en 1602, estaba formada por 270 portugueses, un número elevado teniendo en cuenta que São Paulo tenía pocos habitantes: "En el año 1602, Nicolau Barreto salió de São Paulo para buscar y traer indios, con el pretexto de buscar minas, y llevó en su compañía 270 portugueses y tres clérigos".
La villa de São Paulo o San Pablo era entonces distinta de las demás poblaciones portuguesas en América, porque no se encontraba en el litoral, sino enclavada sobre el altiplano que se alcanzaba tras subir la Sierra del Mar.
Los bandeirantes eran étnicamente diversos, con frecuencia mestiços, mulatos y mezclas de ambos, y era común que adoptaran costumbres del lugar como la poligamia informal, manteniendo múltiples esposas e hijos nativos fuera del matrimonio cristiano.
Debido a sus acciones violentas contra poblaciones lugareñas (especialmente contra los indígenas de origen guaraní, quienes pese a tener un antiguo origen común con los tupíes luego habían pasado a ser sus mayores rivales y enemigos), los bandeirantes fueron condenados por los sacerdotes de la Compañía de Jesús, que se volvieron sus enemigos y con quienes entraron en combate armado muchas veces.
Los bandeirantes se expandieron hacia el Sur tanto por la progresiva ocupación del territorio como por las guerras, luchas o batalla.