Algunas ciudades europeas han aprovechado esta designación para transformar completamente sus estructuras culturales y ser reconocidas en el ámbito europeo e internacional.Por países, han sido designadas cinco capitalidades en Bélgica, España, Francia e Italia, y cuatro en Alemania, Grecia, Países Bajos y Portugal.Desde entonces, la iniciativa ha tenido mejor acogida entre los ciudadanos europeos y un creciente impacto cultural y socioeconómico gracias al gran número de visitantes que atrae.En 1990 los ministros de cultura lanzaron el Mes Cultural Europeo, que solo existió hasta 2001.Las ciudades europeas de la cultura eran designadas sobre la base intergubernamental hasta finales de 2004; los Estados miembros seleccionaban unánimemente las ciudades más aptas para hospedar el evento, el cual es patrocinado por la Comisión Europea, que garantizaba un subsidio para la ciudad escogida cada año.