[1] Tras unas obras que se han prolongado durante un periodo de cuarenta años, y que finalizaron en junio de 2010, se han vuelto a conectar nuevamente las tres estructuras.
Fue levantada entre 1520 y 1535, para albergar los restos mortales de san Isidro Labrador.
Consta de una sola nave, dividida en tres tramos, y ábside poligonal, con grandes contrafuertes en el exterior.
La fachada septentrional, que da a la plaza de la Paja, es el único elemento exterior levantado bajo las pautas arquitectónicas del Renacimiento.
Los ornamentos de la fachada son escasos y se concentran en el tercio superior.
Está hecha en madera de nogal y decorada con diferentes relieves, donde se representan escenas bíblicas, principalmente del Antiguo Testamento.
Así mismo hasta principios del siglo XX el templo presentaba dos retablos laterales:[7] Ambas pinturas de los retablos laterales se atribuyen a Juan de Villoldo.