Cantos de siega

[a]​[1]​ En su mayoría se trata de composiciones anónimas, transmitidas oralmente.[2]​ Sobre un posible origen del canto de siega,[3]​ cabría datarlo en el periodo del desarrollo de las sociedades rurales, junto al conjunto de primitivas faenas pastoriles (como la esquila y su ceremonial anual), o en los ciclos agricultores del calendario agrícola, es decir: siega, acarreo, trilla, limpia, etc.Segad paso, no os cortéis, que la hoz es nueva.Mirá cómo va segando de vuestros años el trigo; tras vos, el tiempo enemigo va los manojos atando.Y ya que segar queréis, la segaderuela, segad paso, no os cortéis, De entre los numerosos ejemplos, pueden citarse: «La cebada, en la gavilla grana», «En junio y julio, hoz en puño», «Segador, baja la mano; que la mies no es sólo grano», «Cuando segares, no vayas sin dedales», o «A quien bien siega y mal ata, para buen segador algo le falta».
Pieter Brueghel el Joven: Los segadores (1623).
Canto de siega leonés recogido por la Fundación Joaquín Díaz .