Mayoral

[1]​ Para la gestión y organización del pastoreo trashumante existía una organización jerárquica, casi militar, en la que cada componente tenía cometidos concretos, tanto en los puertos de verano, como en los caminos o en la invernada.

Los mayorales tenían un gran prestigio social en las zonas donde se ubicaban las cabañas, pues con frecuencia bajo su responsabilidad había más de cien pastores y miles de reses.

En los pueblos donde había pastores había dinero porque, además de los ingresos por su trabajo en la cabaña, la familia del pastor mantenía en la montaña sus propios animales y cultivaba la tierra, de forma que lo que se ganaba en la cabaña prácticamente se ahorraba en su totalidad.

Además, como a los otros pastores, se le permitía tener un cierto número de animales propios en los rebaños del propietario, llamado la escusa, sin pagar por ello.

En general, la escusa era la principal fuente de ingresos, mayor que el salario en metálico.