El sobrado o “sobrao” era un pastor en los rebaños de ovejas merinas trashumantes de categoría inferior al ayudador y superior al zagal.
En los viajes por las vías pecuarias arreaba al rebaño junto con el zagal.
Como a los otros pastores, se le permitía tener en el rebaño del dueño unos animales de su propiedad, lo que se llamaba la escusa, sin tener que pagar por ello.
[2] En general, la escusa era la principal fuente de ingresos del pastor, mayor que el sueldo en metálico, lo que estimulaba a los pastores a esmerarse en el cuidado del rebaño.
[3] Además de estos ingresos, la cabaña proporcionaba a todos los pastores el pan (una ración diaria de 1 kg por pastor), así como aceite, vinagre y sal.