Rabadán
En los viajes por las vías pecuarias no hacía todo el camino andando con los pastores.En los puertos de verano se encargaba, generalmente formando pareja con el zagal, del cuidado de la cabeza del rebaño −porción principal del rebaño cuando se divide, unas 800 ovejas−, haciendo turnos con el ayudador y el sobrado que formaban otra pareja.[2] Como a los otros pastores, se le permitía tener en el rebaño del dueño unos animales de su propiedad, lo que se llamaba la escusa, sin tener que pagar por ello.[3] En general, la escusa era la principal fuente de ingresos del pastor, mayor que el sueldo en metálico, lo que estimulaba a los pastores a esmerarse en el cuidado del rebaño.[4] Además de estos ingresos, la cabaña proporcionaba a todos los pastores el pan (una ración diaria de 1 kg por pastor), así como aceite, vinagre y sal.