Cantata criolla
La variedad, la intensidad, la forma en como entra cada instrumento, la manera en que los cantantes interpretan, la forma como los coros se desenvuelven a lo largo de la obra, hacen que sea una de las mejores obras clásicas latinoamericanas.La Cantata Criolla se ha presentado por años en los más exigentes escenarios del mundo, siendo interpretada por las orquestas más importantes a nivel mundial, siendo incorporado además en muchos casos, del acompañamiento de compañías de danza.Los detenidos fueron llevados a la cárcel de El Obispo, estuvo preso durante varios meses.[1] A fines de 1953, en Caracas, concluye la primera parte, Luego se trasladó junto con Fredy Reyna hasta las poblaciones de Ortiz, El Sombrero, Parapara, Palo Seco, Calabozo, Corozopando, para escuchar joropos, ver bailes y escuchar contrapunteos.En esa misma velada el señor que preparaba la carne asada, le sugiere que se llegue hasta Achaguas, era Semana Santa y le fue difícil, pues en ese pueblo son muy devotos del Nazareno y celebran por todo lo alto las fiestas de Semana Santa, cuando llega al pueblo, tarde en la noche empezó a oír un arpa, estaban afinando el instrumento, ante aquel magno sonido, Estévez sintió escalofríos y creyó estar soñando, luego el arpista hizo algunos registros musicales en el arpa, y comenzó a tocar un seis numerado, Estévez jamás había escuchado ni un seis numerado ni un seis por derecho, que son ritmos alegres del género joropo, fue a buscar a aquel arpista y ve a un hombre con un sombrero negro y con rasgos de raza india, era Ignacio “Indio” Figueredo, uno de los arpistas más grandes y más viejos de la música llanera venezolana, acompañó a Figueredo y su conjunto durante toda la noche, a las 11:00 a. m. pidió permiso al jefe del pueblo para encender la energía eléctrica, y comenzó a grabar, estaba listo, ya Estévez tenía la base para empezar el contrapunteo de la Cantata Criolla.Tiene una duración de 35 minutos, y fue compuesta para los siguientes instrumentos: flautín o piccolo, 2 flautas transversas, 3 oboes o 3 cornos ingleses, 2 clarinetes, 1 clarinete bajo, 3 fagotes (o 3 contrafagotes), 4 trompetas, 3 trombones, tuba, timbales, percusión (xilófono, bloques de templo, bombo, maracas, 2 platillos suspendidos, gong, redoblantes, látigo, 2 triángulos, 2 campanas tubulares), 2 arpas, piano, cuerdas, coro y solo de tenor y barítono.Esto da paso a “El reto” Amigo, en esta etapa se puede percibir a «El Diablo» retando a Florentino con una actitud de confianza, muy soberbio y sobrado, lanzando el reto: Amigo, por si se atreve, aguárdeme en Santa Inés, que yo lo voy a buscar para cantar con usté; a lo que Florentino responde, sin miedo, pero de manera más seria y respetuosa, aceptando dicho reto: Sabana, sabana, tierra que hace sudar y querer, parada con tanto rumbo, con agua y muerta de sed, una con mi alma en lo sola, una con Dios en la fe; sobre tu pecho desnudo yo me paro a responder: sepa el cantador sombrío que yo cumplo con mi ley y como canté con todos tengo que cantar con él.Es importante mencionar que en esta parte, se puede notar algo típico de la idiosincrasia del llanero venezolano, el cual nunca rehúye a ningún reto por difícil que parezca, aunque esté en desventaja el llanero tiende a ir para adelante.Acá se aprecia mucha percusión y un coro oscuro, para luego dar paso al tercer movimiento.Es muy interesante que esta etapa del contrapunteo, se puede percibir a un Florentino como algo asustado, más precavido y cuidadoso con lo que va a responder, pero Florentino siempre opta por los refranes, por la respuesta inteligente, El Diablo incluso viendo que Florentino es buen coplero se desespera y le cambia la consonante, a medida que avanza el contrapunteo el diablo acelera la velocidad, como si temiera algo; y al final Florentino viéndose como perdido, opta por decir versos sagrados nombrando o invocando vírgenes y santos para que lo protejan, y de repente el diablo se marcha perdiendo el contrapunteo, acá también surge otra incógnita, ya que el aumento del ritmo o de la velocidad de la música por parte del diablo, no es por otra cosa que el hecho de que está amaneciendo, y la incógnita es que el autor del poema deja abierta una posibilidad de que el diablo se marcha o porque Florentino nombra a los santos y vírgenes o porque amanece y le teme a la luz del día.-Amigo, por si se atreve, aguárdeme en Santa Inés, que yo lo voy a buscar para cantar con usté.Vaqueros de lejanía la acompañan en tropel; la encobijan y la borran pajas del anochecer.En un verso largo y hondo se le estira el tono fiel:Sabana, sabana, tierra que hace sudar y querer, parada con tanto rumbo, con agua y muerta de sed, una con mi alma en lo sola, una con Dios en la fe; sobre tu pecho desnudo yo me paro a responder: sepa el cantador sombrío que yo cumplo con mi ley y como canté con todos tengo que cantar con él.Entra callado y se apuesta para el lado de la música.Si sabe tanto de todo diga cuál es la república donde el tesoro es botín sin dificultá ninguna.Contésteme la tercera si respondió la segunda, y diga si anduvo tanta sabana sin sol ni luna quién es el que bebe arena en la noche más oscura.En la noche más oscura no quiero ocultar mi sombra ni me espanto de la suya.Amigo no arrime tanto que el bicho se le chacea.Atrás y alante es lo mismo lPa’ l que no carga manea.Me gusta cantar al raso de noche cuando ventea porque así es como se sabe quién mejor contrapuntea.«¡Cójame ese trompo en la uña a ver si taratatea!» Ni que yo fuera lechuza en campanario de aldea para cantar en lo oscuro con esta noche tan fea.Desde cuando yo volaba paraparas del rayuelo vide con la noche oscura la Cruz de Mayo en el cielo.Cimarrones hay que verlos, de mautes no le porfío; puñal, sáquelo si quiere a ver si repongo el mío.Ya no valen su baquía, su fe ni su facultá catire quitapesares arrendajo y turupial.De andar solo esa vereda los pies se le han de secar, y se le hará más profunda la mala arruga en la faz; porque mientras llano y cielo me den de luz su caudal, mientras la voz se me escuche por sobre la tempestá, yo soy quien marco mi rumbo con el timón del cantar.Zamuros de la Barrosa salgan del Arcornocal que al Diablo lo cogió el día queriéndome atropellar.Zamuros de la Barrosa salgan del Arcornocal que al Diablo lo cogió el día queriéndome atropellar.[1][15][16][17][18] Alberto Arvelo Torrealba autor del poema Florentino y El Diablo en una carta dirigida a Estévez expresó lo siguiente:En 1990 el director mexicano Eduardo Mata, grabó la Cantata criolla junto con la Sinfónica Simón Bolívar, para esta ocasión los papeles de los solistas recayeron sobre Idwer Álvarez (Florentino) y William Alvarado (El Diablo).