Canarina canariensis

Las hojas, de color verde intenso en el haz y más pálidas en el envés, son opuestas,[5]​ pecioladas, hastadas (es decir, tienen forma de flecha), tienen los bordes dentados y están recubiertas por una sutil pelusilla blancuzca, por lo que se dice que la planta es glauca.

Aunque tolera la exposición directa al sol, es aconsejable plantarla en zonas sombreadas, con suelo húmedo y bien drenado.

Al igual que otras plantas tuberosas, no debe regarse durante el periodo de reposo, cuando desaparezcan las partes aéreas.

[8]​[11]​ Es posible encontrar esta especie en las islas de Tenerife, Gran Canaria, La Gomera, La Palma y El Hierro.

[12]​[8]​ Al igual que otros endemismos, Canarina canariensis es la única especie de su género presente en Canarias.

Su pariente más próximo se encuentra en las regiones montañosas de Etiopía: Canarina abyssinica Engl.

Es por esto que los Aborígenes canarios, los primeros pobladores del archipiélago, consumían sus frutos (llamados también bicácaros) con frecuencia.

[16]​ También es empleada como valiosa planta ornamental desde el siglo XVII[17]​ y como forrajera en las regiones en las que aún es frecuente.

C. canariensis en su hábitat natural, bosque de laurisilva de Anaga, Tenerife.
Cultivo de C. canariensis en invernadero. Jardín Botánico de Berlín .
Situación de Canarias
Distribución de Canarina canariensis en Canarias
Canarina canariensis en el Jardín Botánico Canario en Gran Canaria