UU. debían bloquear la cesión territorial a Chile, crear un protectorado estadounidense en Tarapacá durante la explotación y obtendrían la supremacía en asuntos latinoamericanos.Los Andes peruanos o breña están cruzados por valles, altas montañas, ríos y eran para el ejército invasor una región insalubre, desconocida, de difícil acceso, cuyo abastecimiento debía hacerse por el largo y peligroso camino a Lima, comprarlo a elevados precios a los lugareños o requisarlo, lo que exacerbaba aún más la resistencia peruana.Otras líneas férreas en el Perú no tuvieron una importancia similar, con excepción de la línea Mollendo-Puno, que cuando fue ocupada por Chile en 1883, fue una amenaza directa a Bolivia.En las cordilleras americanas se llega a Roma sino por pasos determinados, donde un ejército puede ser fácilmente detenido i destruido.[2]: 465 El mando chileno no consideraba a las montoneras y guerrilleros como soldados regulares protegidos por las leyes de la guerra.Además del caudillismo, otra marcada diferencia con las fuerzas chilenas consistía en que la ascendencia étnica era un factor determinante en las relaciones entre los seguidores de Cáceres: indios, mestizos y blancos formaban sus filas.[3]: 257 Dado que la Armada de Chile controlaba el Pacífico sur sin contrapeso, las zonas costeras estaban a merced del ejército chileno, que podía atacar, abastecer, desplegar y evacuar tropas sin mayores problemas, en casi cualquier lugar.La guerra se desarrolló en la sierra peruana, de difícil acceso y abastecimiento para los chilenos.Sin embargo, el ejército chileno no poseía la capacidad logística ni sanitaria para abastecer grandes fuerzas expedicionarias en la sierra por largo tiempo.Aún no se había formado una resistencia organizada, por eso una pequeña fuerza pudo ocupar una región tan vasta.[2]: 35 Además, las pocas fuerzas peruanas en la zona eran dispersadas o se retiraban ante el avance chileno; como la pequeña división del coronel José Santos Aduvire que fue destrozada a diez leguas al norte de Huánuco, o el dictador Piérola que ante el avance de las fuerzas chilenas se había retirado a Ayacucho con algunas tropas que tenía a su mando, o al ahora general Cáceres que también contando con pocas fuerzas se retiraba hasta las cercanías de Huancayo.Entretanto, Lynch había sido designado por el senado chileno como contralmirante de la armada.Sin embargo, una vez en Chile apelaron y la corte suprema les condenó nuevamente.[17] : 43 Finalmente Piérola se asiló en Lima con aquiescencia de Chile para pronto abandonar Perú.Las tropas cobrarían solo la contribución prevista y justa pero serían implacables en la persecución de delitos.Producto de la derrota, Samaniego y sus dos lugartenientes deciden replegarse por la noche hacia Chongos Bajo.Paulatinamente las enfermedades, la mala alimentación, el asedio y las deserciones fueron mermando a las fuerzas expedicionarias que debían ser sostenidas por los habitantes.El 3 de junio fue atacada una compañía chilena en Marcavalle por guerrilleros peruanos que no lograron tomar la posición.Entre tanto, el coronel Del Canto seguía preparando la retirada de Huancayo y establecer la división en una línea desde Concepción al norte (Jauja y Tarma), pero posteriormente el jefe chileno en una Junta de Guerra determinó concentrar todas sus fuerzas en Tarma ya que la línea propuesta era demasiado extensa de mantener, más aún con los problemas logísticos que había y las enfermedades que diezmaban al ejército.El mismo día, la columna de Cáceres atacó a la 4.ª compañía del batallón Santiago en Marcavalle y Pucará lo que hizo atrasar la retirada de Del Canto al tener que auxiliar esa compañía.Cáceres decide no atacar el pueblo, sino apostar la segunda división y los guerrilleros de San Jerónimo en las alturas cercanas a Tarma.[2]: 434–5 Lo primero lo haría Arriagada, en el norte estaría Gorostiaga y en Cerro de Pasco esperaría Urriola.Posteriormente Del Canto también marchó hacia Tarma vía La Oroya, cuyo puente estaba cortado, por lo que los 700 soldados debieron vadearlo con sus fusiles y ropa sobre la cabeza, en invierno a 3000 m de altura.Las fuerzas chilenas siguieron la huella de los caceristas hacia el norte pasando por Palcamayo, Junín, Carhnaniayo, San Rafael, Salapampa, Chavinillo y Aguamiro (12 de junio)[2]: 452 , donde el mando chileno pasó a Arriagada por desavenencias entre Del Canto y León García.[2]: 455 El 16 de junio Gorostiaga se reunió en Angasmarcas con Sofanor Parra y 182 reclutas (más munición, pertrechos, capotes y botas cargados en 73 mulas[22]: 14 , el 17 ocupó Mollepata, para luego ocupar Corongo donde encontró los caminos al sur destruidos.Cáceres pasó por Conchucos y llegó a Mollepata y, conocido el avance del pequeño destacamento de González, decide enviar a Recavarren para atacarlo en Tres Ríos (30 km al sur de Huamachuco).[2]: 507 Montero en Arequipa aún poseía, aparentemente, capacidad militar para desestabilizar a Iglesias.Demasiado tarde para participar en los acontecimientos llegaron a Moquegua 1800 soldados desde Valparaíso al mando de Gorostiaga.Desde Andahuaylas, Cáceres había emprendido la persecución de Urriola, llegando hasta Tarmatambo, dispuesto a proseguir la lucha.[24] Pero mantuvo por algún tiempo su cuartel general en Huancayo, sin que los chilenos se arriesgasen a ocuparla.
El puente colgante de La Oroya, en una foto de 1881, permitía el cruce del río Mantaro para llegar desde la costa (Lima) a Tarma. Las tropas chilenas lograron impedir su destrucción en enero de 1882
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lo que permitió a la división chilena ingresar a Junín. Fue defendido por los chilenos en el
segundo combate de La Oroya
para permitir el regreso de las tropas chilenas a Lima en 1882. En julio de 1882 estaba cortado completamente
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como lo encontró Del Canto en mayo de 1883 durante la expedición de Arriagada.
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El Mantaro tenía solo cinco puentes: en Oroya, Jauja, Concepción, Mejorada (Huancayo) y Chupaca.
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Combates en la Sierra durante 1882 (excepto el de San Pablo que ocurrió en el norte).
Travesía de Cáceres y Arriagada por Junín y el Callejón de Huaylas, y el camino a Huamachuco seguido por Gorostiaga.
Camino en las laderas de un valle cerca de Tarma, en el año 2008
Mapa con el despliegue de fuerzas chilenas que ocuparon Arquipa y Puno