En 1942, los japoneses establecieron bases importantes en la costa norte de Nueva Guinea, en el pueblo grande de Lae, y en Salmaua, un pequeño pueblo administrativo y puerto 35 kilómetros al sur.
Cuando los ataques fracasaron, los japoneses convirtieron al puerto en una importante base de reabastecimiento.
Las limitaciones logísticas significaban que el área de Salamaua-Lae solo podía albergar a 10 000 japoneses: 2500 marinos y 7500 soldados.
Los comandantes aliados volcaron su atención a Salamaua, la cual podía ser atacada por tropas aerotransportadas desde Wau.
Se decidió que los japoneses debía ser perseguidos hacia Salamaua por la 3.ª División Australiana, la cual había sido formada en Wau bajo el mando del mayor general Stanley Savige.
Mientras que el 2/27.º no tuvo un avance significativo, proveyeron una distracción para la 2/3.ª Compañía Independiente la cual avanzó en un arco y atacó las posiciones japonesas en la Sierra Boddubi, infrigiendo fuertes bajas.
El comandante del 18.º Ejército japonés, el teniente general Hatazo Adachi, envió el 66.º Regimiento desde Finschhafen para reforzar el Destacamento Okabe y lanzar una ofensiva.
Los australianos confiaron en sus posiciones defensivas bien establecidas e intercomunicadas, en donde tenían zonas de fuego libre grandes y sin obstáculos.
Una semana después del ataque sobre Bobdubi y el desembarco en la Bahía de Nassau, la 17.ª Brigada australiana lanzó otro asalto sobre las posiciones japonesas en Mubo.
A medida que los aliados ganaban terreno cerca de Salamaua, los japoneses se retiraban para evitar ser rodeados.
La 9.ª División se enfrentó a las formidables barreras naturales formadas por los ríos que habían sido agrandados por la reciente lluvia.
Recomendó cancelar la construcción de una base en Salamaua y concentrar todos los recursos disponibles en Lae.
Hasta entonces, Nadzab tuvo ser reabastecida por aire, y las obras se vieron retrasadas ya que las unidades pesadas de ingenieros no podían llegar al lugar.