Por esta razón fue denominada "Calle Real" hasta el siglo XIX.
Su torre es de planta cuadrada, esbelta y situada en fachada.
No obstante, las primeras noticias fiables son de 1356, cuando un terremoto obligó a la reedificación del templo.
Plaza creada durante el siglo XVIII, cuando Pedro Pumarejo, caballero Veinticuatro del Ayuntamiento de la ciudad, adquirió y derribó la manzana de casas existentes entre la Calle Real y la calle Lázaro Díaz (hoy desaparecida), convirtiendo el solar en plaza que sirviera de pórtico a su nueva casa-palacio.
Fundada en la segunda mitad del siglo XIII, casi inmediatamente después de ser conquistada la ciudad por Fernando III el Santo, corresponden sus primeros años de construcción a una antigua mezquita cuyos restos se conservan en la base de la torre y en la Capilla del Sagrario.
Pronto sería reformada en el siglo siguiente, cuando se levantaron sus tres naves, las dos portadas góticas de arcos apuntados, una en el lado del evangelio y la otra en el de la epístola, y la torre.
Interiormente cuenta con un paso que la comunica con la Basílica de la Macarena.
Se encuentra comunicada en su interior con la iglesia de San Gil.
[5] Su aspecto actual data de 1795 cuando fue reedificada por el arquitecto José Chamorro, que le confirió un estilo clasicista.