[1] A menudo se sirve con trozos de carne o con granos de arroz o cebada, pasta, zanahoria, papa amarilla, apio, cebolla blanca, etc.[2] Se considera también un remedio curativo y reconfortante contra la gripe y catarros en general.Como parte del mantenimiento de la casa tradicional, la carne cocida se reserva para otros platos como høns i asparges (literalmente: ‘pollo en espárragos’) o hønsesalat (literalmente: ‘ensalada de pollo’).En Alemania, se toma el hühnereintopf (‘guiso de pollo’) con diferentes hierbas.[10] el plato se acompaña con arroz blanco y plátano verde asado.Normalmente el sabor es muy suave, sin muchas especias, porque es preparado para las personas enfermas.[cita requerida] En Perú, el caldo de gallina aparece en algunos escritos del siglo XIX y es mencionado por el tradicionalista Ricardo Palma en su obra Verbos y gerundios de 1877.[15] El caldo de gallina, por sus ingredientes (carne de gallina, fideos, huevo cocido, papa amarilla y cebollita china) es un plato completo y se le presuponen efectos revitalizantes y que alivian la resaca,[16] por lo que también se le conoce como levantamuertos.