Lideró las campañas que dieron la independencia a varias naciones americanas, además fue fundador de la Gran Colombia.Llevó a cabo el Congreso Anfictiónico de Panamá, para crear una confederación hispanoamericana, que uniría desde México hasta la Argentina.En la cima de su poder, Bolívar gobernó un vasto territorio desde la frontera con Argentina hasta el Mar Caribe.Habiendo perdido a sus padres durante su infancia, María Teresa representó para Bolívar un último y definitivo intento de arraigo signado por la tragedia.El dolor causado por esta muerte súbita e inesperada lo llevará a evadir en lo futuro cualquier vínculo raigal.Simón Rodríguez también lo orienta hacia la lectura de los clásicos y a ilustrarse en diversos campos del saber universal.La misión diplomática llegó a Londres en un momento político delicado ya que entonces Gran Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a España y la negativa venezolana de aceptar la autoridad del Consejo de Regencia español resultaba inconveniente en esos momentos.Así Bolívar logró la secreta connivencia inglesa, la apertura del comercio, y la posibilidad de que Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los intereses venezolanos.Allí permanecían detenidos los prisioneros de guerra influyentes en el castillo San Felipe, y a la vez también se encontraba almacenado gran parte del arsenal militar republicano.Bolívar trató de recuperar la guarnición durante seis días de combate con las fuerzas que pudo controlar y que al parecer no superaban los cuarenta efectivos pero la situación le era muy desfavorable; no se podía cañonear el castillo por el reducido alcance de la artillería y la ciudad empezaba a ser atacada por las fuerzas del capitán Domingo Monteverde y tras lanzar un desesperado ataque frontal sobre el castillo que fracasó, Bolívar decidió abandonar la plaza por vía marítima, logrando escapar a duras penas.Ante estos logros, el coronel Manuel del Castillo y Rada, comandante general de Pamplona, solicitó su ayuda para detener a los realistas que amenazaban con entrar desde Venezuela.Avanzó hasta Mérida y tomó la ciudad pacíficamente después de que las autoridades realistas huyeran ante su inminente llegada.Con el apoyo del Gobierno neogranadino fue reconocido jefe por todos los venezolanos que se encontraban en Nueva Granada.En aquella época Haití se había convertido en una república independiente de Francia, que daba asilo y respaldaba a los republicanos del continente americano.Brión partió a Margarita para reparar varios barcos y Bolívar desembarcó de nuevo en Cumaná.Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hacían presentir lo peor al general Morillo ya que su Ejército expedicionario, exhausto y sin recibir refuerzos desde hacía mucho tiempo, estaba combatiendo contra fuerzas militares eficaces de las que se desconocía su capacidad real.Nadie sabe qué ocurrió en la secreta reunión entre los dos héroes sudamericanos, pero San Martín volvió a Argentina, mientras Bolívar se preparó para la lucha contra los últimos reductos españoles en Sudamérica, en la sierra y el Alto Perú, aunque en este no logró pisar el territorio en toda la época de emancipación.Así ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría fueron obtenidos mediante amenaza y otros fueron simplemente arrebatados de sus dueños.Sin embargo, tal como pasó en el juicio que se llevó a cabo por el asesinato de Bernardo de Monteagudo, donde Bolívar interrogó directamente a los sospechosos y estableció sus condenas, pues Bolívar ejercía directa injerencia en la Corte Suprema.Allí Révérend practicó la autopsia, extrajo sus órganos para guardarlos en recipientes y el cuerpo de Bolívar fue embalsamado.El entierro se realizó con un desfile militar hasta la Catedral de Santa Marta, donde fue enterrado sin la presencia del obispo.En particular la actuación del médico Alejandro Próspero Révérend y la tuberculosis a la que se atribuyó la causa de su muerte.En 1972 fue abierto el sarcófago (no la urna que contiene sus restos) y esta se cubrió con una bandera de Venezuela elaborada en Gran Bretaña.El mismo Bolívar diría que «En el seno de la masonería vi a muchos hombre de mérito», y mostraría una gran admiración por pensadores masónicos, o muy leídos en las logias, como Jean-Jacques Rousseau, Voltaire, Montesquieu, Denis Diderot, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Johann Herder, Alcalá Galiano, Wolfgang Amadeus Mozart, Benjamin Franklin, George Washington, etc.[138] Artículo 1.º Se prohíben en Colombia todas las asociaciones o confraternidades secretas, sea cual fuere la denominación de cada una.[131] Además, la actividad masónica de Bolívar no habría acabado tras salir de su estancia en Europa en 1806, si bien, es cierto que ya no sería con la misma intensidad, igualmente se puede evidenciar que su espíritu filosófico tenía un gran uso del Misticismo masónico, vislumbrado en frases donde el Libertador decía: «Moral y luces son nuestras primeras necesidades».A juicio del consenso de los historiadores, el diario en su versión más reciente sería un documento que muy probablemente contiene citas apócrifas que no corresponden con la realidad histórica, los cuales habrían sido agregados para tergiversar la obra de Bolívar y ajustarla al discurso nacional-católico (con su expreso apoyo a la literatura antimasónica en Latinoamérica).Apreció que la Masonería tendía a forjar un vínculo especial entre sus miembros y ocasionalmente participaba de su calor.[159][161][162] El tema del probable origen mestizo del libertador fue usado por algunos de sus críticos contemporáneos para atacarlo, en una sociedad de la época con profundas discriminaciones y donde ser mestizo era mal visto, Bolívar fue llamado como el «zambo Bolívar» y se hacía referencia a su pelo ensortijado.[163][164][165] El escritor Rufino Blanco Fombona criticó a los que buscaban minimizar la herencia española del Libertador y expresó «(...) No me extrañaría que cualquier día apareciese un descendiente de esclavos negros, reivindicándolo para la raza etiópica; y considerándolo como un boxeador».
El Libertador (Bolívar diplomático), 1860. Óleo sobre tela 107×69 de Aita (seudónimo de Rita Matilde de la Peñuela, 1840-?), localizado en la colección de arte del
Banco Central de Venezuela
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Óleo sobre lienzo “Terremoto de 1812”, del pintor venezolano
Tito Salas