Bethlehem Steel Corporation fue una empresa de Estados Unidos que llegó a convertirse en el segundo mayor productor de acero y el mayor constructor naval del país.
En 1885, John Fritz, acompañado por los directores de Bethlehem Iron Company: Robert H. Sayre, E.P.
Wilbur, William Thurston y Joseph Wharton se reunieron con Jaques en Filadelfia.
A principios de 1886 ya se había cerrado el trato entre Bethlehem y Whitworth.
[3] En 1898, Frederick Taylor se unió a Bethlehem Steel como consultor de gestión.
En 1899 será cuando la empresa tome el nombre que conservaría hasta su desaparición, Bethlehem Steel Company.
Bethlehem ocupó el puesto durante la guerra de séptimo mayor contratista del gobierno estadounidense.
En 1943 la promesa del presidente Franklin Roosevelt de botar un barco por día fue superado con creces, cuando la cifra alcanzó las 15 unidades diarias.
[9][10] También se alegó que la intoxicación química por procesamiento de uranio, un metal pesado, no producía cáncer.
[11] La industria del acero en Estados Unidos prosperó durante y después de la Segunda Guerra Mundial, mientras otros países productores de acero como Alemania y Japón descendían bruscamente por los bombardeos aliados durante la guerra, que habían devastado en gran medida su infraestructura industrial.
Entre 1962 y 1964, la firma construiría en Burns Harbor, Indiana, una nueva planta industrial de gran capacidad.
Pero con el tiempo, las empresas extranjeras desarrollaron nuevas técnicas de producción, mientras que las empresas rentables en Estados Unidos se resistieron por lo general a implementar cualquier plan de modernización.
La rentabilidad regresaría brevemente en 1988 pero la reestructuración interna y los cierres continuaron hasta la década de 1990.
[13] Todas estas medidas habían estado en vigor durante las tres décadas anteriores a su cierre.
En 2003 los activos de la compañía, que incluían seis grandes complejos industriales, fueron adquiridos por International Steel Group.
Irónicamente, las obras para la construcción del casino sufrieron retrasos por la escasez de acero en el mercado mundial.
Durante su mandato, Bethlehem Steel produjo y abasteció con acero la construcción de importantes monumentos en Estados Unidos.
También aportaría materiales para la construcción del Ferrocarril Municipal de San Francisco.